Si alguna vez has visto un coche cubierto de extrañas espirales, complejos estampados o alocados garabatos, es muy posible que te encuentres ante un nuevo y supersecreto prototipo equipado con un recubrimiento especial de adhesivos de camuflaje.
Estos diseños, ideados para evitar el espionaje industrial y la revelación de los nuevos diseños antes de tiempo se apoderan del exterior de los nuevos modelos cuando se ponen a prueba en carretera, en la fase previa a su lanzamiento.
Estos camuflajes hacen que el ojo humano se haga un lío y que las cámaras nos engañen con formas y profundidades.
El nuevo camuflaje 3D de “ladrillos”, inspirado en parte en las populares ilusiones online, utiliza miles de cilindros negros, grises y blancos distribuidos de manera aparentemente aleatoria en un caótico diseño entrecruzado. Esto hace que resulte especialmente difícil hacerse una idea de las nuevas características exteriores a plena luz del día, tanto en directo como en fotografías.
Como parte de su riguroso proceso de desarrollo, los modelos nuevos tienen que ponerse a prueba en carreteras públicas. Se tarda cerca de dos meses en preparar cada nuevo camuflaje, que una vez listo se imprime en adhesivos de vinilo superligeros, de un grosor inferior al de un cabello humano y que se aplican de manera exclusiva a cada vehículo. Los diseños se prueban primero en un circuito de pruebas privado de Ford para comprobar que el camuflaje funciona.
Ahora, Marco Porceddu, ingeniero de prototipo de vehículos y de desarrollo de Producto de Ford Europa se ha propuesto crear un camuflaje caótico. Sobre la base de ciertas ilusiones ópticas se logra crear un efecto 3D.
El camuflaje de Ford, diseñado para soportar temperaturas extremas, se mimetiza con los entornos invernales europeos, mientras que en Australia y Sudamérica se utilizan colores arenosos.
Este camuflaje resultará llamativo en casi cualquier entorno, pero ha sido diseñado para destruir la integridad de la forma del vehículo, sus superficies y su color, retrasando la habilidad del cerebro humano para reconocer sus principales características.
La ilusión óptica no evita que se vea el coche, pero juega con nuestra habilidad de medir la profundidad de campo y las sombras, haciendo que resulte difícil apreciar las formas y características del vehículo.
¿Adiós a las fotos espía?
Así nos ahorramos de ver ese coche tan feo, jajaj