En un esfuerzo por contener la propagación del nuevo coronavirus, las autoridades de todo el mundo están alentando el «distanciamiento social», prohibiendo grandes concentraciones de personas y restringiendo los viajes por tierra mar y aire, lo que ha llevado a que muchos grandes eventos comerciales y deportivos sean cancelados o pospuestos.
Uno de los primeros afectados fue el Salón del Automóvil de Ginebra, cuyos organizadores optaron por aplazar ya a la próxima edición, prevista para 2021. Sin embargo, las últimas noticias que nos llegan desde la Fundación del Salón Internacional del Automóvil de Ginebra auguran un futuro bastante oscuro para la cita suiza.
La propia fundación afirma que, tras la cancelación del evento de este año, solicitó al Cantón de Ginebra apoyo financiero para cubrir las pérdidas, estimadas en 11 millones de francos (unos 10,3 millones de euros al cambio actual). El objetivo: prepararse para la próxima edición.
El Consejo de Estado de Ginebra propuso una subvención de 16,8 millones de francos (15,7 millones de euros al cambio actual), pero la Fundación finalmente la rechazó, alegando que las condiciones impuestas son contradictorias con los estatutos de la misma.
En el comunicado podemos leer que “desafortunadamente, las condiciones asociadas al préstamo que, en particular, apuntan a externalizar completamente el programa, incluida su conceptualización a Palexpo SA, no son aceptables para la Fundación. De hecho, están en contradicción con los estatutos y especialmente con el propósito de la fundación formulada hace más de 100 años«.
Este hecho supone un futuro incierto para el GIMS en 2021. Es más, los principales expositores han alentado a la organización a planificar la próxima edición para 2022, en lugar de para el próximo año. Visto lo visto, es bastante probable que no tengamos eventos de automoción por un tiempo…