De por sí el Aston Martin DB5 es un modelo altamente cotizado en el mercado de clásicos y subastas dado su clase y buen gusto, pero este tiene algo que lo hace mucho más especial, y es su primer dueño. Nada menos que Paul McCartney adquirió esta unidad cuando el grupo The Beatles daba el salto a la fama y comenzaba a ver sus primeros frutos. Este DB5 sería registrado tan solo dos años después de lanzar el primer sencillo de la banda Liverpool «Love Me Do» en 1962, y partir de entonces adquirirían una fama internacional que los catapultó al estrellato.
En el 2012 sería subastado a un nuevo propietario que lo restauró completamente gracias al especialista británico Aston Martin Alan Smith Motors. Durante este minucioso proceso fue desmontado y reacondicionado íntegramente, incluso la casa de subastas de Bonhams se atrevió a decir que «es tan bueno o sino mejor que el modelo original cuando se construyó«. Además mientras se llevaba a cabo esta compleja restauración su motor fue enviado a otro especialista, Kent Auto Developments , quien ha aumentado su potencia de 3.995 a 4.200 cc y de 285 CV a 320 CV y 413 Nm de par.
Además en algún momento se optó por pintarlo con el icónico color ‘Silver Birch‘ del mismísimo James Bond, y su interior ha pasado de una tapicería color negro de fabrica a lucir este acabado con cuero rojo Mulberry que le sienta tremendamente bien. La subasta tendrá lugar en Londres el próximo 2 de diciembre de la mano de la prestigiosa casa Bonham. Pero si quieres tener esta joya en tu garaje deberías empezar a ahorrar, pues se estima que su precio ronde entre los 1,6 y 2 millones de dólares, acompañado de una garantía, su formulario de registro y certificados del Ministerio de Transporte.