No es ningún secreto que el anuncio de la llegada de un SUV y una berlina a la cartera de productos de Porsche levantó numerosas ampollas. Puristas, medios especializados y petrolheads criticaron la primera generación de los Cayenne y Panamera hasta la saciedad, pero curiosamente, a día de hoy son los dos modelos más vendidos de la compañía.
Hoy vamos a dedicarle unas líneas al segundo de ellos, el Porsche Panamera, porque hace nada menos que 10 años que la firma germana se introdujo en el segmento de las berlinas de lujo. Con el Panamera, el fabricante de vehículos deportivos lanzó su primer Gran Turismo en abril de 2009, un automóvil que recogía a la perfección la esencia de la compañía y que no defraudaba en absoluto tras el volante.
El modelo combinaba y combina como ningún otro rival del mercado las prestaciones que uno esperaría de un deportivo con el lujo y la versatilidad de una berlina de gran tamaño. Imaginaos hasta qué punto fue un éxito que Porsche había planificado inicialmente producir 20.000 unidades al año, pero el Panamera ha sobrepasado con creces todas las expectativas y ya se han entregado 235.000 vehículos desde sus comienzos.
Además, es importante señalar que el Panamera ha servido como plataforma tecnológica para innovaciones que después se han trasladado a otros modelos. Por ejemplo, con sus variantes híbridas de altas prestaciones, convirtiéndose en un pionero de la electromovilidad en Porsche. Ya va por la segunda generación, que se fabrica en su totalidad en la planta de Leipzig y cuenta con tres versiones de carrocería diferentes.
Pero como toda buena historia que se precie, hay que empezar por el principio de los tiempos. La idea de un Porsche para cuatro pasajeros no es ni mucho menos algo reciente, sino que lleva en la cabeza de los ingenieros durante los más de 70 años de vida que tiene la compañía. Ya en los cincuenta, desarrollaron un confortable cuatro plazas basado en el 356.
Bautizado como Tipo 530, este concept tenía una distancia entre ejes ampliada, grandes puertas y un techo elevado en la parte trasera. Algo después llegaron otras propuestas, como un prototipo de cuatro puertas desarrollado sobre la base del mítico nueveonce e incluso varios prototipos tomando como plataforma el Porsche 928 en los ’80. Es más, Ferry Porsche utilizó uno de ellos como su coche personal.
En 1988, Porsche hizo un nuevo intento con el Tipo 989, un coupé de cuatro puertas que ofrecía espacio para dos asientos completos en las plazas posteriores. Estaba propulsado por un motor V8 colocado delante. Algunos elementos de diseño del 989 se incorporaron luego al 911 de la generación 993. Sin embargo, como todos los conceptos similares anteriores a éste, el 989 no pasó de prototipo. Por razones económicas, el desarrollo se paró a principios de 1992.
Al cambiar de milenio, Porsche realizó estudios de mercado, analizó la competencia y decidió desarrollar una berlina de cuatro puertas con dos volúmenes como respuesta a los deseos del entonces Presidente del Consejo de Dirección, Wendelin Wiedeking. Durante el proceso de diseño surgieron tres prototipos conceptuales, el Mirage, el Meteor y el Phantom.
Con el que más cosas en común tendría el modelo que más tarde llegaría a la producción era con el Mirage, de aspecto más musculoso. Al final, se utilizaron elementos de las tres variantes y se eligió un nombre, Panamera (conocido internamente como G1), inspirado en la Panamericana, la famosa carrera mexicana de resistencia. La primera aparición oficial del Panamera fue el 19 de abril de 2009.
Aquello fue sencillamente espectacular. Porsche invitó a periodistas de todo el mundo a una conferencia de prensa en el piso 94 del World Financial Center de Shanghai. El Panamera se colocó en posición vertical en un ascensor con un carro diseñado específicamente para tal finalidad y en la operación se involucraron 60 personas durante varias horas. El ascensor solo necesitó un minuto para llegar al piso 94.
El primer Panamera estableció nuevos estándares en su categoría gracias a su amplio abanico de posibilidades entre el confort y la deportividad, con una fuerte carga tecnológica que después heredarían otros modelos de la firma. La gama creció de forma rápida y sostenible, ofreciendo motores diésel, de gasolina e híbridos que cubrían el abanico entre los 250 y los 550 caballos de potencia. Se podía elegir, además, entre tracción trasera e integral.
Al principio, los motores V6 y V8 atmosféricos estuvieron disponibles con una transmisión manual de seis velocidades.
El 28 de junio de 2016 llegó la segunda generación del Panamera (G2), que supuso una mayor diversidad de versiones. Al Gran Turismo con carrocería estándar y de batalla larga se le unió una tercera variante hecha sobre la misma plataforma, el Sport Turismo. Todavía más deportivo, tecnológico y elegante, logró un tiempo de 7:38 minutos en la mítica pista de Nürburgring-Nordschleife.
Por otra parte, se introdujeron nuevos propulsores y la transmisión PDK pasó a tener ocho velocidades, con unos valores de potencia que ahora oscilan entre los 330 y los 680 caballos de la versión híbrida enchufable. Curiosamente, la estrategia de electrificación de la compañía fue bien recibida por los clientes porque, en 2018, el 67 por ciento de todos los Panamera entregados en Europa tenían propulsión híbrida.