Hace semanas que estamos oyendo hablar de un ‘Plan Renove 2020’, un proyecto con el que poder renovar la flota de coches más antiguos gracias a un presupuesto que rondará los 201 millones de euros. Según los planes del Gobierno, este irá destinado esencialmente a la compra de vehículos híbridos y eléctricos.
Ayer lunes tuvo lugar una reunión extraordinaria del Consejo de Ministros, en la cual la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, señaló que el Ejecutivo prevé recaudar la friolera de 670 millones de euros con la subida de impuestos al diésel. Básicamente, el equipo de Sánchez quiere incrementar el impuesto especial que grava el gasóleo, lo que traducido en términos económicos significa pagar 9,55 céntimos más por litro o entre un 7% y un 8% más.
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— Europa Press TV (@europapress_tv) 15 de octubre de 2018
El 30 por ciento de la recaudación total irá destinada a ayudas para impulsar una movilidad más limpia, tal y como se recoge en el polémico plan presupuestario de 2019 aprobado por el PSOE y Unidos Podemos, ya que según apunta Montero, muchas familias no pueden hacer frente a la compra de un vehículo híbrido o eléctrico (y en muchos casos, a ningún tipo de vehículo, que todo hay que decirlo).
Por ahora, el nombre definitivo de las ayudas no ha sido establecido, ya que desde el Ministerio de Transición Ecológica no quieren llamarlo ‘Plan Renove’ por las connotaciones que ello podría conllevar. Lo que está claro es que seguimos con la pescadilla que se muerde la cola, porque la infraestructura española no está preparada para la llegada del coche eléctrico y el precio de este tipo de vehículos, incluso con ayudas, continúa siendo muy elevado.