El segmento B-SUV registra 1,1 millones de matriculaciones en Europa cada año, aproximadamente un 7% del mercado, y está previsto que esta cifra aumente hasta superar los 2 millones de ventas anuales en 2020. Por volumen, se espera que el mercado del segmento B-SUV supere al segmento C-SUV en 2020, cuando más de 1 de cada 10 coches nuevos vendidos en Europa pertenecerán al segmento de los crossover urbanos.
El mercado de los SUV lleva varios años creciendo a un ritmo vertiginoso y, dentro de este, hay un segmento que actualmente se está poniendo muy de moda. Basta con echar un vistazo a cualquier medio del motor para descubrir que todas las últimas novedades de cada marca se están centrando en el terreno de los B-SUV.
En el enlace podéis ver una comparativa entre el Citroën C3 Aircross, el Kia Stonic, el Opel Crossland X, el Hyundai Kona o el SEAT Arona, y estos son solo algunos ejemplos del aluvión de modelos que plantará cara a otros crossovers ya asentados en el mercado como el Renault Captur, el Nissan Juke o el Peugeot 2008. Desde Škoda también quieren su trozo del pastel y no se van a conformar con el Karoq, pues ya hemos conocido lo que la marca nos tiene preparado de cara al Salón del Automóvil de Ginebra 2018.
Bautizado como Škoda Vision X, este crossover urbano todavía en fase conceptual exporta las clásicas características de los exitosos modelos SUV del fabricante checo a un nuevo segmento de vehículos, el de los híbridos. Al fin y al cabo, recordemos que para 2025, los planes de la marca pasan por tener en el mercado uno de cada cuatro vehículos movidos por un sistema de propulsión híbrido enchufable o puramente eléctrico.
Estéticamente, las proporciones compactas del Vision X reflejan su carácter joven y urbanita, con líneas precisas y contornos limpios que caracterizan el exterior y ponen en valor el carácter dinámico del prototipo híbrido, con carrocería FlexGreen. A su vez, el color Antracita del techo aporta una nota de contraste y toques deportivos, mientras que el diseño nítido del conjunto se inspira, una vez más, en la tradición de la cristalería checa.
Para el interior, Škoda ha apostado por un lenguaje de diseño fundamentalmente nuevo. El salpicadero, ancho, de contornos ergonómicos y con una pantalla independiente en color, domina el aspecto visual del habitáculo. Todo ello sin olvidar los servicios de infoentretenimiento y conectividad avanzados, los cuales son rápida e intuitivamente accesibles a través de la pantalla. En apenas unas semanas conoceremos todos sus secretos…