Independientemente del detonante, los hechos que fueron filmados por el chófer de un camión que circulaba el pasado 11 de Noviembre por la AP-2 en el término municipal de Soses, pudo filmar las imágenes que se han hecho virales.
Al parecer, una «riña» de tráfico acabó con el conductor de una furgoneta de reparto apuntando con un puntero láser al conductor de un camión que justo circulaba detrás de él, poniendo en riesgo a los usuarios de la vía.
En un comunicado, la Guardia Civil confirmó que había logrado identificar y proponer para sanción al conductor de una furgoneta de reparto que circulaba apuntando con un puntero láser al conductor de un camión que circulaba detrás de él.
Al día siguiente de ocurrir los hechos, el Grupo de Investigación y Análisis de Tráfico de la Guardia Civil de Asturias (GIAT), detectó a través de las redes sociales un vídeo en el que se observaba la infracción. Una furgoneta de una conocida empresa de reparto, en un momento dado de la circulación, proyectó varias veces un haz de luz de color verde sobre la visión del conductor del camión de gran tonelaje que circulaba detrás, provocando el deslumbramiento de éste.
Tras analizar el vídeo, el GIAT realizó un informe en el que, fotograma a fotograma, consiguió desgranar varios puntos de referencia para identificar la vía en la que se habían producido los hechos.
Una vez identificado el lugar entre los kilómetros 125 y 123 de la autopista de peaje AP-2 (Zaragoza-Mediterráneo), término municipal de Soses y partido judicial de La Seu de Urgell (Lleida), así como la matrícula de la furgoneta de reparto desde la que se cometió la infracción, los agentes se pusieron en contacto con la empresa y obtuvieron los datos del trabajador que conducía en esos momentos el vehículo.
La Guardia Civil ha instruido un expediente por infracción muy grave a la Ley de Protección de la Seguridad Ciudadana bajo el siguiente precepto: “La proyección de haces de luz, mediante cualquier tipo de dispositivo, sobre los pilotos o conductores de medios de transporte que puedan deslumbrarles o distraer su atención y provocar accidentes”, el cual fue remitido a la Subdelegación de Gobierno de Lleida (Cataluña).
La sanción a la que se enfrenta el infractor asciende a 30.000 euros