Compartir es vivir –dicen unos–. Otros dicen que compartir es querer, pero en el sector de la automoción compartir es joint venture, o la unión por aventura, como quieras llamarlo, pero el caso es que el término forma parte del plan de desarrollo de muchas marcas. Se lo saben letra por letra, lo tienen grabado en su muro de inspiración de la oficina, en la entrada, y eso solo puede significar una cosa: ahorro de costes –bueno, y know how–.
En semanas anteriores hablamos de algunas marcas que comparten mecánica y de lo bien que trabajan con esas estrategias de joint venture. Hoy tenemos preparada una selección de 5 deportivos que comparten motor con otros coches y que curiosamente no tienen nada que ver, son modelos totalmente dispares, así que vayamos a echarle un vistazo y a ver si de paso te llevas alguna sorpresa.
El Wiesmann MF 30 y el BMW X3 (F83)
Menudo combo, ¿no? Wiesmann nació en 1988 de la mano de dos socios y con un automóvil por bandera: el Wiesmann MF30. Sus formas retro –ahora ya casi atemporales– y sus seis cilindros en línea no tardaron en popularizarse entre los más puristas, que podían disfrutaban, por aquel entonces, de esas grandes cilindradas.
El Wiesmann MF 30 es un biplaza disponible en versión cupé o roadster y compuesto de una carrocería de fibra de vidrio, una auténtica joya hecha a mano de 1080 kg para un motor de 3.0 l y 231 CV. ¿El origen? BMW. Wiesmann trabaja con las mecánicas del fabricante alemán, y en este caso montaba el motor M54B30 que también equipa el BMW X3 3.0i, el segundo SUV de la marca que popularizó la tracción xDirve. Al margen del X3, otros modelos como el serie 3 (E46), el Z3 o Serie 5 (E39), entre otros, también lo disfrutan.
El valor futuro del coche ha permanecido intacto, rondando los 100.000€, aunque si prefieres una versión más actualizada puedes esperarte al GT MF5 del 2020. Wiesmann ha confirmado que después de decantarse del mercado en 2014 volverá este año y con nuevos planes.
El BAC Mono (2011) y el Ford Galaxy (MK1)
¿En serio? Pues sí, en serio. Este monoplaza comparte motor con una simple Ford Galaxy. La puedes encontrar aparcada en la esquina de tu calle, con sus 145 CV y sus humildes 16 válvulas. Ojo que hay truco: Cosworth le ha puesto mano y desarrolla casi el doble de potencia que el monovolumen.
El BAC Mono fue presentado en 2011 y acaparó todas las miradas, no solo por su impresionante estética –a la que seguro que poca practicidad le ves– sino por sus datos sobre ficha técnica. BAC corresponde a las siglas de “Briggs Automotive Company” y está bajo los mandos de dos hermanos ingleses a los que no les tiembla el pulso para diseñar coches.
A este propulsor Ford le llama “Duratec 23” y es un atmosférico de 2.3l y cuatro cilindros que para el BAC Mono.
entrega 284cv y 280Nm de par. No es magia, se le llama preparación y este propulsor lo tiene todo. Lleva cárter seco, pistones y bielas forjadas, admisión de carbono, arboles de levas modificados y escape diseñado para el modelo; todo un arsenal de artillería para un peso total de 540kg.
El BAC mono es radical, divertido y evoca a videojuego. Muchos aseguran que en carretera virada es como montar en moto, y no es solo porque te obligue a llevar casco. ¿La buena noticia? Que es un coche de calle y con posibilidad de matricular, aunque la mala es que si te has encaprichado hay unidades contadas y puede que no te basten 100.000€.
El DeLorean DMC12 y el Renault Space (MK2)
De no ser por el cine probablemente no estaríamos hablando de él. No necesita presentación, ¿o sí? Es el DeLorean DMC12, uno de los coches más famosos del mundo por aparecer en la película Regreso al futuro. ¿Sabes con quién comparte su V6 de 2.8l de cilindrada? Con un Renault Espace (MK2), aunque no creo que te extrañarte tanto si sabes que el motor que monta es propiedad de Citroën, Renault y Volvo.
Ese bloque V6 es denominado “PRV” y se constituye con un bloque y culata de aluminio, distribución SOHC, dos válvulas por cilindro e inyección mecánica k-jetronic de Bosch. Para el DeLorean, este propulsor rendía una potencia de 132 CV, mientras que el Renault Space conseguía llegar a unos 150cv.
El DeLorean fue diseñado por Giorgetto Giugiaro, el mismo que dio forma al primer Seat Ibiza o el primer Lancia Delta.
La producción se llevaba a cabo en una fábrica cerca de Belfast, en Irlanda del norte, y a pesar del desarrollo e infraestructura tecnológica, el coche solo se produjo durante dos años.
A modo de curiosidad, el DeLorean dejó de fabricarse tres años antes del su triunfo en la película, y de los siete que se fabricaron para el rodaje hoy solo quedan tres. ¿Te interesa? Uno de ellos se subastó en 2011 en Hollywood por un precio de 541.000 dólares, así que si no te conformas con una versión de calle tendrás que rascarte bien el bolsillo.
El Aston Martin Vantage (MK2) y el Mercedes GLE 63 (2020)
Y por poco tiempo, porque Aston Martin ya ha anunciado el lanzamiento de su propio V6 al que llaman “TM01” y que brinda honor a un prestigioso ingeniero. Mientras tanto, hasta la hecha, bajo el capó del Vantage encontraremos el propulsor del V8 de Mercedes AMG que tanto promete.
El motor es denominado “M177” y lo equipan otros modelos como el Clase E 63 AMG, el Clase C 63 AMG o el mismo Clase G AMG, entre otros. El “M177” es una bestia de 4.0l con doble turbocompresor en el que para el Mercedes entrega 571cv y para el Aston Martin 510cv, una auténtica pantera negra cuyo sonido es sacado de las mismas puertas del infierno.
El Aston Martín Vantage es el modelo de acceso del fabricante británico lanzado en 2005 y que ahora está en su segunda generación, presentada en 2017. Su diseño futurista y de líneas agresivas, su motor V8 y el diferencial de bloqueo electrónico, el cual se estrenó por primera vez en el modelo, conforman el perfecto atuendo que todo aficionado quiere llevar.
El Koenigsegg CC8S (2002) y el Ford Crown Victoria
Dirás: “¡Menudo timo!”. Pues sí, así es, aunque de timo nada. Se dice que este V8 del Crown Victoria puede aguantar la friolera de un millón de kilómetros con su mantenimiento adecuado, así que se lleva la palma de oro en fiabilidad.
Eso sí, Koenigsegg rediseñó este V8 y poco tiene que ver con el de la berlina.
El Koenigsegg CC8S, de los primeros modelos de la marca, supuso una revolución en el sector. Del V8 de Ford, en términos generales, solo dejó sus ocho cilindros. Introdujo nuevos pistones, árboles de levas y cigüeñal, un bloque reforzado, sistema de refrigeración y lubricación mejorados o un cárter en seco, entre otras mejoras. De hecho, dadas las transformaciones, para sus siguientes modelos la marca decidió rediseñar un motor de cero.
Lo habrás visto en las pelis o en videojuegos, el Ford Crown Victoria era la elección número uno para la flota de taxis de Nueva York, al igual que para su cuerpo de policía. Rendía una potencia de 220 CV, muy a contraste del Koenigsegg, que llegó a sumar unos 655 CV y situándose en la cumbre de los coches deportivos de calle más rápido del mundo –por aquel entonces– con 390 km/h de velocidad máxima. Un señor hito de la automoción, vaya.
Fuente imagen Crown Victoria
Artículo de Joan Bassa Moragues
Hola, me parece curioso tambien el motor de mi Audi s6 v10 5.2 compartiendo motor con Lamborghini Gallardo. Saludos