Tan solo tres años después de que la marca de Sant’Agata Bolognese celebrara el cincuenta aniversario de su nacimiento con un recorrido en el que cientos de sus deportivos más emblemáticos recorrieron Italia, el norte del país ha vuelto a ser testigo de un gran acontecimiento por parte del fabricante de superdeportivos.
En esta ocasión el homenajeado ha sido uno de los modelos más emblemáticos de la compañía, el Lamborghini Miura, quien ha protagonizado toda una larga serie de eventos, un recorrido de 500 kilómetros y la inauguración del nuevo museo de la firma para celebrar sus nada menos que 50 primaveras. Como muchos sabréis, el Miura asentó el concepto de ‘superdeportivo’ con su presentación en el Salón de Ginebra en 1966, y su diseño radical así como sus características técnicas enamoraron, enamoran y enamorarán a millones de personas alrededor de todo el mundo.
El diseño del Miura estaba inspirado en los sport prototipos de la época, modelos como el Ford GT40 o el Ferrari 250 LM, dos de los vehículos más famosos de la década de los 60 por sus participaciones en las 24 horas de Le Mans. Y Ferruccio Lamborghini no quiso ser menos, quiso hacer historia creando un superdeportivo de atrevido diseño cuyo motor descansara entre la espalda del conductor y el eje posterior para garantizar las prestaciones, la agilidad y la radicalidad de la que desde entonces presumen sus modelos. Y lo consiguió, gestó al padre de los superdeportivos.
Si bien es cierto que Marcelo Gandini y el estudio Bertone no tuvieron listo el Miura hasta unos días antes de su presentación oficial en la cita suiza y que no dio tiempo siquiera a comprobar si el motor V12 obra de los ingenieros Gian Paolo Dallara, Paolo Stanzani y Bob Wallace cabía en el vano del motor, su éxito fue abrumador -tanto que su producción se adelantó para dar comienzo tan solo unas semanas después de su debut-. Es más, varios artículos periodísticos de la época señalan que el encargado de ventas de la marca lo pasó bastante mal tratando que ningún periodista abriera el vano del motor durante el Salón.
Con sus 350 CV, el Lamborghini Miura era capaz de alcanzar los 100 kilómetros por hora en 6,7 segundos, golpeando con fuerza hasta los 280 km/h de velocidad punta. Estas cifras resultaban espectaculares para la época, convirtiéndole en uno de los deportivos más admirados y respetados del planeta del que se vendieron 475 unidades (en total 765). Era un modelo tan deseado que en mayo de 1968 ya se habían producido 200 unidades.
Eduardo Miura, gran amigo de Ferruccio Lamborghini, poseía una finca donde criaba toros en Sevilla. Ferruccio admiraba a su amigo y a los animales de éste hasta tal punto -no es un secreto que era gran amante de la tauromaquia- que bautizó a su gran creación con el apellido de Eduardo.
Más tarde llegó el Miura P400 S, el cual equipaba un motor central V12 de 4.0 litros que desarrollaba una potencia de 370 CV cuyo sonido te hacía desearlo. De él se fabricaron 140 unidades entre 1969 y 1971, lo que le convierte en una de las versiones más exclusivas de este modelo. Posteriormente hubo incluso una edición extrema con mejoras en la carrocería y el chasis del que vieron la luz 150 unidades, el Lamborghini Miura SV con 385 CV de potencia que nació en 1971.
Del Lamborghini Miura también vieron la luz dos ediciones especiales, el P400 Jota, un prototipo nacido en 1970 que buscaba homologarse con el Apéndice J de la regulación de la FIA (tuvo un fatídico final, ya que ardió a las afueras de Brescia); y cinco unidades desarrolladas sobre la base del Miura más radical bautizadas como SV/J (mejoraban diversos componentes exteriores e interiores).
Al hacerse con su Miura P400S, Frank Sinatra sentenció: «Usted compra un Ferrari cuando quiere ser alguien. Y compra un Lamborghini cuando es alguien«.
Como curiosidad, debéis saber que Jess Willard Marriott, el dueño de la cadena hotelera Marriott, fue el primer propietario privado del Lamborghini Miura, pagando un total de 7,7 millones de liras por su unidad. Después de él grandes nombres como Dean Martin, Frank Sinatra, Tiggy, el Sha de Irán, el Príncipe de Mónaco, Little Tony o Rod Stewart también se hicieron con uno. No ha faltado ni en el garaje de Jay Leno ni en el de Jordi Pujol Ferrusola.
Durante la celebración de su 50 aniversario, la marca ha querido cuidar hasta el más mínimo detalle. Tras varios eventos que han tenido lugar a lo largo del año, tales como la exposición “Velocità e Colore. Alfonso Borghi interpreta Automobili Lamborghini”, la presentación del Miura SV original en una competición en Amelia Island (EE.UU.), los dos proyectos de restauración “by PoloStorico Lamborghini” que han protagonizado la exposición internacional Techno Classica de Essen o la ascensión a la montaña Great St. Bernard (en la que participaron los ingenieros responsables del proyecto original, Gian Paolo Dallara, Paolo Stanzani y Marcello Gandini) rememorando la aparición en 1969 el Lamborghini Miura en The Italian Job, el homenaje ha continuado con una extensa ruta por Italia que tiene una profunda relación con el padre de los superdeportivos.
La gran gira estaba dirigida a los compradores de un Miura a nivel mundial, los cuales se reunieron en Italia del 8 de junio al 12 de junio con un total de 20 unidades del legendario Miura llegadas desde todos los rincones del planeta, desde Estados Unidos hasta Japón. Partiendo de la sede de Sant’Agata Bolognese, durante los 500 km los Miura han atravesado lugares como Bolonia, Parma, Portonevere, la Emilia, Liguria, Lucca o Florencia, y ahora las celebraciones del 50 aniversario continuarán en el Festival of Speed de Goodwood (junio) y en la semana de Monterrey (agosto), una de las reuniones de vehículos históricos más respetadas del mundo celebrada anualmente en California.
Felicidades Lamborghini Miura, te lo has ganado.
Muy bonito, se nota que en aquella época era una marca italiana de verdad.
Uno de los coches más bellos que se han podido diseñar en el siglo XX
En su época tuvo que ser impresionante su lanzamiento. Ahora muchos babeamos.
Uno de los deportivos clásicos que más nos gusta !!!
Me quedo con el Countach, F40, E-type o 645, esos coches son preciosos