Hay nombres muy conocidos en la historia del automóvil, la mayoría de ellos míticos por haber dejado huella en los corazones de millones de aficionados. Por suerte o por desgracia, en los últimos años hemos visto a varios fabricantes rescatar estas icónicas denominaciones para modelos actuales.
Esto supone un arma de doble filo, especialmente cuando el icono poco o nada tiene que ver con el modelo actual. Si bien automóviles como el Volkswagen New Beetle, el BMW Serie 8 o el Ford Thunderbird trataron de mantener viva la esencia que los caracterizaba, existen otros tantos ejemplos que suponen una ruptura radical con su pasado.
A veces se revive un nombre para indicar el potencial de rendimiento de un automóvil en particular, o para dar ciertas connotaciones de herencia a un modelo completamente nuevo. Sin embargo, los fabricantes corren el riesgo de enojar a los fanáticos acérrimos del modelo original, o lo que es peor, acabar con su legado si no tiene éxito.
MINI Countryman
Poco recordarán el Austin Mini Countryman fabricado entre 1961 y 1969, un modelo que destacaba por su amplio habitáculo, sus puertas traseras de apertura suicida y sus detalles interiores en madera. Ahora, el MINI Countryman es un SUV compacto muy diferente a su predecesor, aunque por suerte ha gozado de una gran acogida.
Mitsubishi Space Star
Seguramente recuerdes el Mitsubishi Space Star original con mayor nitidez que el Austin. Nacido en 1998, se trataba de un espacioso monovolumen compacto que estuvo a la venta hasta 2005. No fue precisamente un éxito de ventas, así que en 2012 a la firma nipona le dio por rescatar el nombre y convertirlo en un compacto urbano de filosofía práctica y cumplidora.
Lancia Delta
Cómo olvidar este icono, especialmente en los rallies. El Delta HF llegó en 1983 como uno de los primeros hatchbacks picantes italianos y rápidamente ganó seguidores leales, pero la verdadera bomba no aterrizaría hasta años después: el HF Integrale Evoluzione que todo lo conquista. De la tercera y más actual generación que heredó el nombre, poco se puede decir.
Dacia Duster
Sí, hubo un Duster años atrás, más concretamente entre 1984 y 1989, pero la gran mayoría de los que lo conocieron, dan gracias a Dios por la existencia del actual. El primer intento fue un Jeep en apariencia con motores de escaso rendimiento procedentes de Volkswagen, Peugeot, Renault y Daewoo. Nada que ver con el nuevo diseño, motores y tecnología que le ha dado Renault.
Mitsubishi Eclipse
Si bien el Mitsubishi Eclipse no era uno de los mejores deportivos de su tiempo, es innegable que la franquicia de películas Fast & Furious lo elevó a la fama, de ahí que muchos fanáticos no se tomaran demasiado bien la llegada del más reciente Mitsubishi Eclipse Cross, un SUV de tamaño compacto.
Maserati Ghibli
De impresionante Grand Tourer con motor V8 a rival del BMW Serie 5 con motor diésel V6, esa ha sido la evolución del Maserati Ghibli. El modelo original, designado oficialmente AM115 y diseñado por Giugiaro, plantaba cara al Ferrari Daytona y al Lamborghini Espada, y podía acelerar de 0 a 100 km/h en solo 6,8 segundos.
Ford y sus malas costumbres
Si pensabas que el Ford Puma es el único modelo que ha heredado su nombre de un modelo que nada o poco tenía que ver con él en la firma del óvalo azul, estabas equivocado, porque a lo largo de la historia han sido varios los modelos que han renacido con denominaciones ya utilizadas en el pasado.
El primero de ellos fue el Ford Galaxie, ahora más conocido como Galaxy. El Galaxie original era un lujoso y elegante salón sobre ruedas disponible con una gama de motores V8 de alto rendimiento y motores de seis cilindros en línea, llegando a convertirse uno de los automóviles más vendidos en los Estados Unidos en la década de 1960. Ahora es un amplio monovolumen.
Otro de los modelos míticos de Ford que se ha reinventado es el Ford Cougar, aunque en este caso la estrategia de marketing fue algo mejor, al sustituir el nombre por Kuga. El sucesor del Probe llegó a finales de los ’90 con un diseño muy similar al del Mondeo y murió en 2002. Su mellizo fonético es actualmente uno de los SUV más populares en muchos mercados.
La tercera entrega no es otra que el Ford Mustang, el mítico pony car nacido en 1965 que, si bien todavía mantiene gran parte de su esencia en las versiones convencionales, pronto verá como todo su ADN se desvanece con el Mach-E ¿Sacrilegio? Probablemente, pero es indiscutible que el nuevo Mach-E es tan fundamental para Ford como lo fue en su día el Mustang original.
Por último, el Ford Puma, la reinvención más radical de la firma norteamericana. Ford usó el nombre Puma para un coupé curvilíneo de dos puertas con motores desarrollados por Yamaha y proporciones achaparradas, pero ahora lo ha convertido en un pequeño SUV de cinco plazas para Europa. Tiene muy buena pinta, pero esto ya no es lo que era.