Con el Stonic aterrizando en los concesionarios europeos, muchos son los mercados más allá de la Unión Europea que deberán esperar para poder hacerse con una unidad. Para ellos Kia Motors tiene un «parche» interesante: el nuevo Rio X-Line de aspecto campero.
Como ya ocurre con otros productos similares, Kia ha añadido el maquillaje típico de los crossovers al Rio específico para países emergentes, logrando su propia identidad y ganando atractivos. En el exterior los cambios más importantes están en la suspensión sobre-elevada, protectores de bajos, las barras de techo y las molduras decorativas.
Ya en el interior los cambios son menores y se centran en pequeños detalles o el tapizado. Al menos para Rusia la dotación podrá ser bastante completa, destacando el sistema de navegación con pantalla de ocho pulgadas compatible con Apple CarPlay, cámara posterior, arranque por botón, techo solar, asientos y volante calefactables, climatizador automático, etc.
En cuanto a la seguridad, podrán disponer de controles de tracción y estabilidad, ABS, EBD, sensor de presión de los neumáticos, asistente al arranque en cuestas, sensor de parking posterior y retrovisores térmicos.
La oferta de motores para el mercado ruso estará formada por los 1.4 MPI de 100 CV y 1.6 MPI de 123 CV, en ambos casos con caja de cambios manual de seis velocidades o bien con la nueva automática con el mismo número de relaciones. En ninguno es posible disponer de sistema Stop&Start, al menos por ahora.
El Kia Rio X-Line se produce desde hace unos días en la planta que Hyundai posee en Rusia y desde la que salen también los Hyundai Creta y Solaris, Kia Rio Sedán, etc. Totalmente robotizada, tiene una capacidad para producir 220.000 coches al año, siendo la segunda factoría más grande del país y la más moderna de todas.