Abarth 695 Biposto: Del circuito a la oficina con un 1.4 T-Jet de 190 cv

A casi todos los amantes del motor nos gustan los coches rápidos, aquellos que te llenan de sensaciones y adrenalina cuando te sientas al volante, estas sensaciones normalmente van asociadas a coches deportivos, con una prestaciones tan altas como sus precios. Por suerte, cada vez es más común que entre los modelos utilitarios y compactos, las marcas decidan sacar versiones muy potentes y preparadas, capaces de sacar los colores a más de un deportivo en carreteras de curvas. Así encontramos coches como el Volkswagen Polo WRC (ver prueba), el Peugeot 208 GTi (ver prueba), y el modelo que hoy nos ocupa, el Abarth 500 695 Biposto.

Como hemos dicho, esos modelos se basan en versiones normales a las que montan un motor muy potente, les dan unos ajustes en el chasis, suspensiones y frenos y ya tenemos un pequeño cohete para la carretera. El caso del Abarth 695 Biposto es distinto, porque está basado en el Abarth 500, un coche que por si mismo ya tiene unas claras aspiraciones deportivas y que cuenta con un rendimiento y unas prestaciones realmente buenas dentro de su segmento.

Si nos situamos ante un Abarth 695 Biposto, vemos a las claras que se trata de un coche italiano, es un vehículo bonito, y te puedes tirar un buen rato contemplándolo sin más. Pero su diseño y sus elementos exteriores no sólo cumplen una función estética, también son necesarios para garantizar la máxima seguridad y las mejores prestaciones.

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La apariencia es la de un coche musculoso, por ejemplo, el paragolpes delantero se ha rediseñado por completo para garantizar un mejor flujo de aire, al igual que el parachoques trasero, gracias a la gran aplicación aerodinámica de la fibra de carbono. Además, en el faldón trasero se encarga de cobijar el sistema de escape, desarrollado en colaboración con Akrapovic. El alerón trasero es más pronunciado que en el Abarth 500 convencional y las llantas OZ de 18″ garantizan la máxima disipación de calor del sistema de frenos.

Al acceder al interior tendremos la sensación de que nos introducimos en un coche de carreras, como demuestra la barra antivuelco trasera de titanio firmada por Poggipolini, que va enganchada a una red anti-intrusion, que sujeta los cinturones de cuatro puntos y el equipaje cuando lo llevemos. Con todo esto en la parte trasera, evidentemente, no hay asientos. Por lo que sólo hay espacio para piloto y copiloto, que se sentarán en unos deportivos asientos anatómicos firmados por Sabelt, con una estructura de composite o de fibra de carbono, combinados con una tapicería de alcántara electrosoldada y cuero color titanio.

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Hasta el más mínimo detalle se ha cuidado en el interior para hacer sentir al conductor que está dentro de un coche de competición, como demuestra la manilla de apertura de las puertas se realiza con una tira roja del mismo material que los cinturones de seguridad de 4 puntos, los “flat panel”, es decir, los típicos paneles de puertas planos, y las alfombrillas, típicas de los vehículos de carretera, dejan paso a un revestimiento de aluminio, el mismo material utilizado en los pedales del freno, embrague y acelerador, y en los reposapiés del conductor y el pasajero.

De aspecto ya hemos comprobado que cumple con lo que cabría esperar de un coche deportivo, pero, ¿y el motor? Abarth ha retocado el motor 1.4 T-Jet, hasta el punto que es capaz de ofrecer una potencia máxima de 190 cv a 5.500 rpm y un par de 250 Nm a 2.500 rpm, todo ellos para 997 kg que pesa el coche. Esto nos da una relación peso/potencia de 5,2 kg/cv y una aceleración de 0 a 100 km/h en 5,9 segundos, lo que suponen las mejores cifras de su categoría. La velocidad máxima es de 230 km/h.

Debemos destacar también algunas innovaciones importantes para un coche de carretera, como el uso por primera vez de un cambio de acoplamientos frontales con mandos y diferencial autoblocante de discos de embrague derivados de las carreras, permitiendo un cambio de marchas tan inmediato que el conductor experto no necesitará usar el embrague al subir de marcha.

Por si queremos personalizar más el Abarth 695 Biposto, la firma italiana propone algunos Kits que sin duda aumentarán las sensaciones al volante.

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– Kit «Racing Windows»: Equipa el coche con lunas delanteras fijas con paneles corredizos de policarbonato.

– Kit «Embrague Frontal»: Sustituye la caja manual de 5 velocidades por otra, también manual, de acoplamientos frontales que permite el cambio de marcha sin pisar el embrague.

– Kit «Pista»: Incluye los asientos Abarth Corse by Sabelt con estructura de carbono a la vista, cinturones de 4 puntos homologados para la práctica deportiva, “registrador de datos” digital MXL2 y el casco homologado.

– Kit «Carbono»: Ayuda a reducir el peso gracias a los revestimientos de los montantes, a los retrovisores, al revestimiento del salpicadero y a los paneles delanteros y traseros realizados en fibra de carbono.

– Kit «especial 124»: Equipa un capó con diseño específico de dos «jorobas», inspirado en el clásico 124 Abarth y realizado en aluminio.