La nueva generación del Mercedes-Benz Clase A acaba de llegar y ha causado sentimientos encontrados. El pasado 2 de febrero el compacto de la estrella dio la bienvenida a una nueva generación mucho más moderna y tecnológica en todos los aspectos. El modelo propone una definición totalmente nueva de la filosofía de Mercedes ‘modern luxury’ en el segmento compacto y un diseño interior revolucionario, todo ello acompañado de una estética de mayor empaque.
Personalmente me gustaba más el anterior, pero hay que reconocer que su evolución es notable. La nueva Clase A despunta por su tecnología vanguardista, no sólo por su nuevo sistema de infoentretenimiento MBUX (Mercedes-Benz User Experience), sino también porque ofrece una serie de funciones que hasta ahora estaban reservadas a segmentos de mayor exclusividad. Ya hemos visto todos los detalles del modelo, pero la marca se había guardado un curioso as en la manga.
Cuando hablamos de carsharing, rara vez pensamos en modelos de corte premium, pues lógicamente ninguna compañía va a poner a disposición de miles de usuarios vehículos de notable coste. Sin embargo, ¿y si pensásemos en un coche compartido a nivel privado? Pues precisamente por ahí van los tiros, y es que los chicos de la estrella han configurado la nueva Clase A para que podamos compartirla con un grupo específico de usuarios (familiares, amigos…) a través de la aplicación Mercedes me Car Sharing.
Los Clase A y Clase C también pueden abrirse, cerrarse e iniciarse sin contacto a través de la tecnología NFC, como ya ocurre en el Clase E. Esto es posible gracias a una pegatina de clave de vehículo digital con un controlador NFC incorporado, lo que significa que ya no requiere un teléfono inteligente con capacidad NFC.
Su funcionamiento es muy sencillo: el usuario autorizado abre el vehículo usando la aplicación, que funciona mediante el módulo de comunicación Mercedes me instalado en el vehículo. El coche se arranca con la llave del vehículo, la cual se deja en el interior, y el uso temporal del mismo también se habilita a través de Mercedes me. Al devolver el vehículo, el conductor deja la llave en el coche y lo cierra con la aplicación, con lo que el período de intercambio finaliza. Es decir, funciona como un Car2Go, un Emov o un ZITY.
No me gustan los Renault-Benz….
Además de tonto, ignorante