Desde el pasado día 31 de marzo la firma japonesa Infiniti no comercializa sus vehículos en el mercado europeo, una decisión que se tuvo que tomar meses atrás al no haber alcanzado los objetivos de venta previstos. Seguirá dando atención a los usuarios en una red de talleres más limitado.
Durante varios años la firma ha intentado hacerse un hueco pero unos precios algo elevados y una gama compleja han sido los principales causantes de su bajo éxito. Los productos más demandados durante años fueron los SUVs de lujo mientras que la inversión en el segmento compacto no terminó de «florecer».
En los últimos meses la red de concesionarios ha realizado importantes descuentos para tratar de liquidar el stock disponible, especialmente de los Q30 y QX30 de los que parece sigue habiendo algunas unidades. También el Q50 tuvo fuertes promociones, siendo una de las propuestas híbridas más apetecibles durante un tiempo.
Infiniti seguirá a la venta en otras regiones planeta, centrando la atención en Estados Unidos, Oriente Medio, Corea del Sur y China. La marca ha decidido suspensión su actividad en Europa Occidental, y también en Australia, Nueva Zelanda, Rusia y Sudáfrica.