En los últimos meses los vehículos autónomos se han estado llevando todo el protagonismo, haciendo que nos olvidemos de otras innovaciones no menos sorprendentes. No tenemos más que recordar la ofensiva que planea Ford de coches autónomos para todos los bolsillos o el Audi A7 que pilota solo en el circuito de Hockenheim. Incluso os hemos hablado de cómo funciona este sistema. Pero la empresa eslovaca Flying AeroMobil va más allá y sus vehículos no solo volarán, sino que lo harán también de forma autónoma en 2017. O al menos así lo afirma Juraj Vaculik, CEO de la compañía.
Vaculik, que hace 25 años soñaba con un coche que volara, acudió con su prototipo de coche volador autónomo al South by Southwest (SXSW), un evento celebrado en marzo que congrega congresos y conferencias sobre películas, medios interactivos y música en Austin, Texas (Estados Unidos). Allí, en un espacio dedicado a fomentar el crecimiento creativo y profesional que se ha convertido en uno de los destinos más populares de los EE.UU en materia de innovación, el CEO de la compañía explicó a medios e interesados las mejoras que están introduciendo en su modelo Aeromobile 3.0 y la intención de comenzar a probar su conducción autónoma en los próximos meses.
Las principales novedades residen en la incorporación de compuestos avanzados en el desarrollo de la carrocería, las alas y las ruedas. Con ello, Flying AeroMobil pretende conseguir la homologación de sus vehículos para su uso en las carreteras y el espacio aéreo de la Unión Europea de cara a 2017. No vamos a quitarle la ilusión a Juraj ni a decir que sea imposible, pero no acabamos de ver que la solución real para hacer los desplazamientos más fáciles y rápidos sea un vehículo capaz de echar a volar cuando se congestiona el tráfico…
O quizá sí, pero para ello habría que superar algunos inconvenientes a los que el CEO de AeroMobil ha tratado de dar respuesta. El primero de ellos es el aterrizaje, para lo cual Vaculik, ni corto ni perezoso, ha propuesto utilizar las franjas de hierba que están construyendo junto a las autopistas y estaciones de servicio. Ahí es nada. Evidentemente, para ello habría que recurrir al talonario a numerosos acuerdos con las autoridades locales, pero eso siempre tiene fácil solución y en España más.
Vaculik también afirmó que su vehículo encajará en las categorías preexistentes tanto de aviones como de coches, lo cuál no sería un problema de no ser porque los conductores habrían de contar con licencia de piloto. ¿La solución? Con el elevado precio de partida que tendrá el ‘coche-avión’ muchos podrán permitirse tener un ‘chófer-piloto’. Si alguno está en paro puede planteárselo, igual se convierte en el empleo del futuro. En cualquier caso, no os perdáis el vídeo oficial del Aeromobile 3.0, como prototipo resulta bastante curioso: