Seguramente, alguno de tus compañeros de autoescuela, durante la parte práctica del examen para obtener el permiso de conducir ha protagonizado alguna anécdota curiosa, como efectuar una infracción grotesca o un enfado posterior que como norma general y de forma totalmente inaceptable se finaliza con un portazo o alguna palabra malsonante. Aunque esto es inaceptable, nadie hace nada y aunque el sindicato de examinadores ha solicitado en diversas ocasiones que sus miembros deberían estar más protegido -opino que muchos funcionarios debería de estar más amparados por la ley- parece que a nadie en la administración le interesa el tema.
Recientemente, el sindicato CSIF ha procedido a reclamar oficial y públicamente a la Dirección General de Tráfico que habilite entornos seguros para comentar las notas de las pruebas de circulación. Esta ha sido una nueva solicitud del CSIF pero que en esta ocasión ha sido motivada por una agresión sufrida por un examinador que se ha producido esta misma semana.
El funcionario fue agredido por un aspirante a la obtención del carnet A2 tras una discusión y una serie de improperios que se produjeron tras la comunicación del suspenso debido a que el aspirante se había saltado una señal de STOP. Tras la agresión, el examinador llamó a la Policía Nacional y al ser conocedor de la llamada a los agentes, el agresor se dio la fuga en la motocicleta del examen, protagonizando ciertas maniobras peligrosas para salir del aparcamiento del centro de exámenes.
La central sindical exige la aplicación inmediata del protocolo contra agresiones de la Dirección General de Tráfico, y que los letrados de esta institución actúen en defensa del examinador agredido en Valencia. Además de esto han vuelto a solicitar la habilitación de un entorno seguro para la comunicación de los resultados del examen.