Entre unas y otras, nos va a quedar un maravilloso panorama automovilístico en la Unión Europea. China haciéndose con el mercado, la Comisión Europea pelándose con el gigante asiático, los iluminados de los eurodiputados poniéndole la zancadilla a la industria de la automoción, Francia endureciendo los requisitos para acceder a las subvenciones del estado a algunos coches eléctricos…
Y en todo este cacao, ahora llega Alemania y elimina los subsidios para adquirir vehículos eléctricos. Eso sí, si vives en Alemania, aprovecha, porque Tesla ha confirmado que ofrecerá un descuento equivalente a las subvenciones estatales a los clientes del Model 3 y el Model Y que reciban la entrega antes del 31 de diciembre. El resto de los usuarios, me temo que han perdido su oportunidad.
Desde luego, parece que va a ser difícil conseguir cumplir con los objetivos tan optimistas que se marca la UE, por no decir imposible. Solo en Alemania, los planes del gobierno son tener en circulación 15 millones de coches eléctricos de aquí a 2030. Antes era un objetivo irreal, ahora es ilusorio. Y espérate a que otros países se sumen al fin de las ayudas, que lo harán más pronto que tarde.
Si ya de por sí la competitividad de los fabricantes de automóviles frente a sus rivales chinos estaba gravemente dañada, la supresión de las ayudas a la compra de coches eléctricos supone la estocada final. Sobre todo, en un momento en el que la economía apunta a una recesión y en el que en los hogares las cosas no van precisamente boyantes.
Dicen por ahí los forofos de la Agenda 2030 que «no tendrás nada y serás feliz». Bueno, quizá algo nos quede en propiedad el día de mañana, pero a este paso, no va a ser un coche eléctrico, eso desde luego.
¿Por qué Alemania pone fin a las ayudas a coches eléctricos?
Inicialmente, Alemania planeaba poner fin a sus ayudas gubernamentales a la compra de vehículos eléctricos a finales de este año. Sin embargo, el domingo decidió eliminar el programa con efecto inmediato. Más concretamente, desde ayer lunes ya no existen tales subvenciones, que eran de 4.500 euros, además de 2.250 euros adicionales que iban al fabricante.
El motivo no tiene nada que ver con que los mandamases alemanes se hayan vuelto locos y pasen por completo de la normativa europea. Para nada. Este plan es una de las víctimas de una crisis presupuestaria provocada por un fallo del tribunal constitucional que trastornó los planes de gasto del gobierno el pasado mes de noviembre.
Desde el 1 de septiembre, el subsidio a los vehículos eléctricos se eliminó para las empresas y se limitó a los particulares.
Una situación desafortunada, pero ya no hay suficiente dinero disponible. Y es que el más alto tribunal de Alemania sentenció que el gobierno había violado una norma constitucional sobre deuda al transferir 60.000 millones de euros destinados al apoyo post pandemia a un fondo climático. Una decisión que sumió en el caos a la coalición tripartita del canciller Olaf Scholz.
Ahora, el agujero en los planes de gasto es considerable. Estos últimos años, la principal industria automotriz de Alemania ha estado luchando con la transición a la electromovilidad debido a una economía global débil y bajos niveles de demanda. Según el Ministerio de Economía germano, desde 2016 se han pagado en total unos 10.000 millones de euros en el marco del plan para unos 2,1 millones de vehículos eléctricos.