Porsche está en el camino hacia la “Fábrica de Impacto Cero”. Por primera vez, se está utilizando en algunas zonas de la fachada de la nueva fábrica donde se producirá el Taycan una superficie tecnológica que absorbe el dióxido de nitrógeno.
Esos elementos de la fachada están hechos de aluminio recubierto con dióxido de titanio. El recubrimiento actúa como catalizador y descompone las partículas absorbidas de contaminantes en agua con sustancias inocuas y nitrato cuando se expone a la luz solar y solo con una baja humedad del aire.
Aunque la superficie realizada en este material cubre solo 126 metros cuadrados, se estima que el beneficio medioambiental es equivalente al que realizan tres árboles en una zona con un tamaño de diez plazas de aparcamiento.
Desde la marca ya han confirmado que si la evaluación final del material es positiva, aplicarán el mismo en otros edificios y de forma extensiva.
En la sede central de Porsche, en Stuttgart-Zuffenhausen, se está construyendo una nueva factoría para la producción del primer modelo eléctrico de la marca, que llegará a finales de este año. La producción del Porsche Taycan será neutra desde el punto de vista del CO2 pero si además, la fábrica puede absorber lo que en el pasado, otros modelos de la marca han podido emitir, sería grandioso.