Probablemente hayas oído hablar de la transmisión ZF 8HP70, más conocida popularmente como ‘caja ZF de ocho velocidades‘. Este modelo de caja de cambios automática fue diseñada para motores longitudinales con tracción trasera o total, cuenta con ocho relaciones y, actualmente, es usada por diferentes marcas como BMW, Land Rover, Jaguar, Jeep, Rolls-Royce, Maserati o Bentley.
Lo cierto es que resulta curioso los modelos tan dispares que la equipan, siendo el único componente que comparten el Aston Martin DBS Superleggera, el Toyota Supra, el Alfa Romeo Giulia Quadrifoglio, el BMW M5, el Jeep Grand Cherokee Trackhawk o el Rolls-Royce Phantom, por nombrar algunos de ellos, y esa es precisamente la razón por la cuál hoy queremos dedicarle unas líneas.
Para ello vamos a aprovechar un vídeo de nuestro amigo Jason Fenske, de Engineering Explained, quien nos explica en detalle cuáles son las virtudes de esta transmisión y qué la ha llevado a convertirse en una de las líderes del mercado. Por daros algunas cifras, en 2017 -fecha de la que se conoce el dato- ZF vendió nada menos que 3,5 millones de unidades de esta caja de cambios.
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Presentada por primera vez en 2008, esta transmisión automática es controlada por un módulo de control electrónico mechatronic interno y recibe la fuerza desde el motor mediante un convertidor de par, el cual lleva el movimiento hasta la bomba de aceite y al cuerpo de válvulas para así controlar a los múltiples embragues; luego hasta los engranajes planetarios, el grupo diferencial y, finalmente, a las ruedas motrices.
Ya sabéis que durante muchos años se ha dicho que las transmisiones de doble embrague dominarían el mercado, pero lo cierto es que el producto de ZF es más refinado, más fiable y con una velocidad de transición entre marchas que, con algo más de desarrollo, es capaz de estar casi a la par de un cambio de doble embrague. Esta es la razón por la que podemos encontrarla tanto en un enorme pick up americano como en un hatchback europeo.
Es una caja extremadamente polivalente, pues ha sido diseñada para cumplir múltiples roles con sólo modificar su gestión electrónica. Puede ser silenciosa y suave en un Ram 1500 o, por el contrario, ser extremadamente veloz en el nuevo BMW M5 Competition, como os conté cuando lo puse a prueba. Igualmente, puede ubicarse como un transeje, como ocurre en los Aston Martin, o instalarse justo detrás del motor, como en el Giulia.
Por otra parte, cuenta con un tamaño menor que el de las transmisiones de última generación de la compañía, a pesar de tener más marchas hacia adelante, al tiempo que permite mayores cifras de par. Eso significa que algunos fabricantes como Dodge no tienen que diseñar un chasis completamente nuevo, con un túnel de transmisión más grande, para adaptar el coche a una caja de cambios nueva y más grande.
Para rematar la jugada, el cambio automático ZF de ocho relaciones también es más ligero que la mayoría de las transmisiones de doble embrague, lo que aumenta su atractivo cuando hablamos de reducciones de peso y rendimiento. Desde luego, este fabricante con sede en Friedrichshafen (Alemania) ha sabido cómo dar con la clave del éxito. En este otro vídeo podéis ver cómo funciona un cambio por convertidor de par.