La Aprilia RSV4 es una de esas superbike que a ninguno nos importaría tener en nuestro garaje. A pesar de su juventud, esta motocicleta acumula nada menos que 54 títulos mundiales, y al igual que sus hermanas de gama, se renueva de cara a 2019 con interesantes mejoras que van desde el diseño hasta la mecánica.
A nivel estético, las novedades son sutiles, con un nuevo vinilado, el logotipo de Aprilia en gris en lugar de rojo (con detalles en negro brillante), nuevos elementos en rematados en negro y un nuevo equipo de frenado con discos de 13 milímetros de grosor y un tamaño de 13 pulgadas, combinado con calibradores monobloque M50. Como podéis ver, las llantas en rojo se mantienen.
A nivel mecánico, el motor de cuatro cilindros en V de 65 grados de la RSV4 recibe pistones de peso ultraligero en los cilindros, con nuevos componentes destinados a reducir la pérdida de compresión y, con ello, de rendimiento; nuevas cabezas de las varillas optimizadas para reducir la fricción y el sistema de acelerador Ride-by-Wire de serie.
Cumple con la normativa Euro 4 y ha aumentado las prestaciones y la fiabilidad generales, aunque mantiene su potencia de 201 CV a 13.000 rpm y 115 Nm. Además, recordemos que es la primera en adoptar la plataforma de control dinámico APRC, con sistemas de autocalibración, y control de levantamiento de la rueda delantera, junto con un nuevo sistema de escape con silenciador dotado de doble sonda Lambda y válvula integrada.
No falta un extenso catálogo de opcionales para todos aquellos que quieran personalizar su Aprilia RSV4, con escapes Akrapovic, suspensión Öhlins TTX, componentes en carbono…
Por primera vez, la RSV4 también se puede conectar a un smartphone para registrar diversos datos que, posteriormente, pueden ser analizados por el conductor, como en la competición, al tiempo que integra control por voz y gestor de llamadas o control de crucero, todo ello incluido en la nueva pantalla TFT de la instrumentación.