Los crossovers van ganando terreno a los coches convencionales año tras año y de ahí que la oferta se esté multiplicando. En Honda son conscientes de ello y han desarrollado el nuevo BR-V pensando en los mercados emergentes que reclaman un precio accesible y una capacidad interior generosa.
Con un diseño fresco y personal, el BR-V recurre al clásico maquillaje estético para conseguir aumentar la sensación de robustez. Integran molduras plásticas por todo el contorno de la carrocería, pasos de rueda ensanchados, protectores de bajos en símil aluminio, barras de techo y llantas de aleación específicas.
La versión que se lanza en estos días en Tailandia está equipada con una tercera fila de asientos apta para adultos de estatura media o niños. Allí llevarán una dotación bastante aceptable, con control de estabilidad, ABS, EBD, doble airbag frontal, asistente al arranque en cuestas y cinturones con pretensor.
En función del acabado elegido podrán tener además el sistema de arranque por botón, ordenador de viaje, control de crucero, tapizado en piel, asientos delanteros térmicos, techo solar eléctrico, faros antiniebla, cuatro elevalunas eléctricos, espejos abatibles, encendido automático de luces y cámara de visión posterior.
El único motor en estos momentos es un 1.5 iVTEC con 117 CV de potencia que puede funcionar tanto con gasolina sin plomo como con etanol E85 indistintamente. El cambio es automático de tipo CVT y el sistema de tracción sencillo al eje delantero. Honda no tiene previsto introducir el sistema de tracción total a las cuatro ruedas aunque sí habrá una opción diésel para algunos países como la India.