La oferta de Honda en Europa es tan limitada qué apenas hay opciones para elegir. En otras regiones esto no ocurre y la familia de modelos incluye varias alternativas en diferentes segmentos, sobre todo si hablamos de Japón en el que la firma ofrece casi «de todo».
Desde que cesasen la comercialización en Europa los Shuttle y FR-V, Honda no comercializa un monovolumen de tamaño superior al Jazz. En Japón sin embargo el conocido StepWGN acaba de estrenar de generación para contentar a esos clientes a los que el Odyssey, más refinado y dinámico, se les va de precio.
El StepWGN recién estrenado mantiene intactas las características base del original, es decir, formas cuadradas, puertas posteriores deslizantes y un acceso al maletero con portón de doble hoja en opción (de serie va con un portón convencional pero se pide muy poco).
En el interior la calidad de los materiales es correcta y la disposición de todos los mandos notable. Dependiendo de la versión elegida puede tener cinco, seis, siete u ocho plazas, además de banquetas con rieles que permiten jugar con el espacio para las piernas y la capacidad de carga.
Los motores disponibles en Japón son siempre de gasolina. El motor más «sencillo» es el 1.5 i-VTEC Turbo con 182 CV de potencia que se combina con una caja automática de tipo CVT y puede pedirse con tracción sencilla o total 4WD. Los que busquen máxima eficiencia pueden pedir el 2.0 i-VTEC Hybrid i-MMD que equipa dos bloques eléctricos y consigue un consumo medio de sólo 4,0 L/100 según el ciclo japonés (184 CV gasolina + 145 CV de los eléctricos).
Entre las novedades de equipamiento, Honda propone las ópticas Full LED inteligentes con SmartBeam, portón trasero automático con sensor de objetos/movimiento, control de crucero adaptativo, lector de señales de tráfico, alerta de cambio de carril con acción sobre el volante, frenada automática en ciudad, detector de peatones, detector de fatiga, cámara posterior con visión 180º, cortinillas integradas, climatizador de tres zonas, etc.
¿Nos gustaría verlo en Europa? Aaaa, pues no lo sabía..
Pues sí, nos gustaría MUCHO, excepto a los miles de Cuñaos que sólo se plantean un SUV porque es el coche de moda, aunque gaste como un autobús tuneado y cambiar las ruedas supongan 2/3 de mi sueldo de todo un mes, y por supuesto que sea de una marca premium alemana porque no puedo tener «peor» coche que el vecino, aunque sólo pueda aspirar a comprar uno de quinta mano con 295.000 kms (eso sí, importado de alemania, bien brillante y con mucho cuero y calientaculos, y con su buena afeitadica de 200.000 kms en el marcador, porque yo soy el más inteligente y encuentro gangas).
O si no un híbrido en el que me voy a tener que empeñar 1/4 de mi vida pagando letras y servicios por suscripción, que va a tener averías de 15.000 euros y que se va a autodestruir antes de que acabe de pagarlo, porque no vaya a ser que no me dejen entrar «al centro» con él y mi vida se acabe por no poder cruzar la Gran Vía en coche. Que están amenazando con ello y tengo mucho miedo.
Y por eso, por que sois legión los que tragáis con todo eso, a los otros miles que sí nos gustaría disfrutar de este tipo de vehículos en Europa, sólo nos queda resignarnos y hacer lo que hago yo, negarme a comprar ya un maldito coche nuevo hasta que las marcas nos escuchen y fabriquen lo que la gente realmente quiere, no lo que cuatro borrachos de poder y ansiosos de dinero nos quieren imponer.
En los últimos años, un poco antes y durante la pandemia: récord de ventas de furgonetas de pasajeros / ocio. Panorama actual desde finales de 2020: apenas modelos en venta, muchos de ellos sólo eléctricos puros implanteables en la vida real, y por supuesto ni uno solo a precio asequible. Los que había baratos se los han ido cargando con unas excusas u otras, modelos como el dacia Dokker, la Nissan NV200, que las quitaron del catálogo justo cuando más las estaban vendiendo, y las berlingo/rifter que ya sólo las venden eléctricas y a precio de mercedes.
¿A nadie le parece extraño?
¿Hasta cuándo nos vamos a dejar?