Dicen que hay que renovarse o morir, y es por ello que la nueva interpretación del logo de la marca británica combinará elementos del estilo inicial del MINI clásico con una imagen orientada al futuro que se centra en lo esencial. A primera vista las novedades pueden no parecer significativas, pero lo cierto es que el nuevo logotipo cuenta con una forma de expresión visual conocida como “flat design” o diseño plano al tiempo que mantiene los elementos gráficos clave.
Lo veremos en todos los modelos MINI a partir de marzo de 2018, concretamente en el capó y en la zaga, en el centro del volante y en la llave del coche, como hasta ahora, siendo fácilmente reconocible por su diseño impregnado de tradición gracias al círculo alado con el nombre de la marca escrito en letras mayúsculas en el centro.
Ahora, al evitar deliberadamente el uso de sombras y de tonos grises, se crea un contundente efecto de contraste entre el blanco y el negro que transmite la claridad y autenticidad de la nueva identidad de marca. Además, su carácter bidimensional permite una aplicación universal y supone el inicio de otro capítulo de la variada historia del logotipo de MINI.
Y alguien habrá cobrado mucho por ello.