Otra de las estrellas del Salón de la Moto de Milán que se ha podido ver en el stand de Piaggio es la última generación del Liberty. Totalmente nuevo aunque conservando casi intacta la imagen con la que tan buenos resultados comerciales han obtenido, ahora es un producto más completo que nunca.
El rueda alta básico de Piaggio ya sabíamos que vería la luz desde hace unas semanas al haberse presentado con anterioridad en Vietnám, país encargado de su manufactura para todo el planeta. Estéticamente los cambios se notan pero si no eres un gran conocedor del modelo podría pasar por una simple actualización de los colores y decoración.
Entre las muchas mejoras que recibe frente a su predecesor hay que destacar la introducción del sistema de frenado ABS de un canal, es decir, sólo actúa sobre la rueda delantera. Desarrollado por Bosch, supone un salto cualitativo importante para el Liberty que va un paso más allá de lo que marca la normativa europea (en los 125 con una frenada combinada sería suficiente). Lo que no nos gusta tanto es que conserve el freno de tambor trasero, algo que dicen es necesario para contener los costes.
Otra mejora importante del modelo está en la mayor capacidad de carga bajo el asiento. El volumen ha aumentado hasta los 17 litros y aunque sin entrar un casco integral, es suficiente para un jet y alguna que otra cosa adicional. Este hueco se complementa con una guantera tras el escudo amplia que puede tener toma de corriente para cargar un movil o un sistema de navegación.
La mecánica escogida para este nuevo Liberty es también nueva. Perteneciente a la familia i-GET, la versión 125cc tiene tres válvulas y un sistema de inyección electrónica más sofisticado con el que se consigue elevar la potencia hasta los 11 CV a 7.500 rpm. Como buen producto de acceso mantiene la refrigeración por aire. Además de gastar menos que antes, el mayor depósito de combustible permitirá cubrir mayores distancias sin necesidad de parar en la gasolinera. Para aquellos que no tienen carné estará disponible una variante con 49cc y 3,2 CV de potencia.
Si el anterior Libery iba equipado con una llanta delantera de 15 pulgadas, ahora la nueva generación se convierte en un rueda alta «como dictan las reglas» al aumentar una pulgada. También resulta interesante que el amortiguador trasero pueda regularse, con cinco ajustes de precarga diferentes que permitirán aumentar la rigidez o el confort.