Año tras años os hemos ido mostrando la evolución del GT-R, un modelo en el que importaba más lo interior a lo exterior. Pensábamos que lo que era perfecto no se podíamos mejorar, sin embargo, siempre hay cabida para mejoras y más si aumentamos el precio de partida notablemente respecto a aquel GT-R que salió al mercado y fue aclamardo por su sofisticada tecnología – hoy en día, todavía en vigor gracias a las actualizaciones que sufre año tras año- , su imbatibilidad y su bajo precio.
Desarrollar un deporitvo de estas características es algo complicado, caro y muchas veces arriesgado a no ser que des en la tecla que toca, tal y como hizo Nissan con la actual generación del GT-R.
Hace unos días os mostramos las mejoras del GT-R MY2017 que se básan en el comportamiento, en el refinamiento, en el lujo y en la estética exterior en la que por cierto, no se deja puntada sin hilo, estando, cada una de las mejoras totalamente justificada por aerodinámica, peso o comporamiento.
Si pensabas que el GT-R no ha cambiado, échale un ojo a estas tres comparativas visuales (a la izquierda en antiguo y a la derecha el actual model year) y fíjate en los detalles y sobre todo, en el interior que por cierto, ha sufrido una mejora notable.