Aston Martin acaba de presentarnos la última versión del Valkyrie, con un modelo mucho más avanzado respecto al prototipo inicial que alcanzaba unos bestiales 900 caballos de potencia y una estética que parecía venida de otro planeta. Ahora han añadido una serie de mejoras en su aerodinámica para conseguir un coche más eficiente y rápido, gracias al descubrimiento de Adrian Newey que reveló que este cambio proporcionaba: «ganancias considerables en la carga aerodinámica delantera«.
Pero este nuevo Valkyrie también puede hacer gala de incorporar unos nuevos faros ultraligeros inspirados en la Fórmula 1, los cuales son hasta un 40% más ligeros que los que podemos ver en cualquier otro modelo de la gama Aston Martin. Absolutamente todo está medido y pesado el milímetro, como su emblema de Aston Martin que tan solo mide unas 70 micras de espesor. Y es que según uno de los diseñadores de Aston Martin -Miles Nurnberger- asegura que ya se ha conseguido alrededor de un 95% de la estructura exterior del coche que podremos ver.
Además de mejorar el diseño de su carrocería y aerodinámica el Valkyrie ahora también hace gala de un interior mucho más minimalista con solo lo justo para dos ocupantes. La mayoría de botones y mandos se reducen al volante -que es desmontable- junto con dos pantallas que conforman un habitáculo de lo más espartano y sencillo. Por otro lado, los asientos deportivos están anclados directamente al suelo del vehículo, y sus ocupantes deberán adoptar una posición reclinada que nos recuerda a los coches de Fórmula 1 o Le Mans.
Por supuesto no encontraremos retrovisores tradicionales, ya que todo se reducen a dos cámaras que nos mostrarán lo que sucede a nuestra espalda en todo momento. El volante a su vez muestra una pantalla OLED que proporcionará al conductor toda la información necesaria junto con las dos pantallas que encontramos en el pilar A. En cuanto a su mecánica, parece que mantendrán los 1.145 caballos de potencia originales, suficientes para hacernos volar en unos segundos.