Conocer exactamente el origen de las denominaciones con las que las diferentes marcas de automóviles bautizan a sus modelos o versiones especiales es, como norma general un curioso desafío. Mientras algunos de ellos son fruto de la extraña inspiración de algún responsable del departamento de marketing -previa realización de un carísimo estudio de mercado que encargan a alguna agencia de renombre-, en otras ocasiones el nombre deriva de un acontecimiento histórico de la marca.
Hace unos días nos propusimos conocer el origen de la denominación «Talladega» que la marca de los cuatro aros y alguno de los numerosos preparadores han empleado en algunos de sus productos.
No hay que ser muy fan del mundo del automóvil o la competición para saber que Talladega deriva de Talladega Superspeedway, un circuito de velocidad ubicado en la ciudad del mismo nombre, ubicada en Alabama, Estados Unidos. Construido sobre un antiguo aeródromo, este circuito de 4.280 metros de longitud es uno de los óvalos -junto con Daytona- construido e inaugurado para la NASCAR Cup Series.
Todo esto está muy bien, sin embargo, ¿qué ocurrió en ese circuito?, ¿por qué es tan importante para la historia de Audi?
Para situarnos, debemos rebobinar hasta mediados de la década de los 80 y es que por aquel entonces Audi tenía un problema bastante gordo y era que quería convertirse en una marca admirada en los Estados Unidos, un objeto de deseo.
Por aquel entonces el mundo del rally no tiraba de mucha afición en Estados Unidos y eso era un problema para Audi, que había basado toda su estrategia de marketing y competición en el Campeonato del Mundo de Rallys.
Al no haber cuajado en este mercado, Audi no podía usar su maquinaria del mundo del rally que tanto había gustado y tan buenos resultados había dado en el Viejo Continente, sin embargo, quería vender y quería demostrar las ventajas de quattro a los estadounidenses y es aquí donde empieza a tomar sentido el uso de Talladega.
Por lo visto, alguien en Audi tuvo la brillante idea de coger uno de sus «tanques», un Audi 200 y modificarlo para que cumpliera las regulaciones de la NASCAR, y para ello no solo necesitaban preparar un coche, necesitaban cumplir una hazaña y necesitaban un circuito muy rápido, Talladega.
Todo empezó con unas «vueltas rápidas en Talladega». En 1986 cogieron un Audi 200 quattro con el motor turbo de 2,2 litros y cinco cilindros con 25 válvulas y tras varias modificaciones consiguieron 487 kW (625 CV). Tras varias vueltas a una media de 332.88 km/h se dieron cuenta del rendimiento superior de la tecnología de cinco válvulas que permitía rodar a altas velocidades -de más de 350 km/h en las rectas del circuito-. El motor alcanzó las 7200 rpm y más de 350 km / h. Su límite era de 7700 rpm.
La mecánica de cinco cilindros y 25 válvulas -5 válvulas por cilindro- debutaban con un ángulo de 47 grados en lugar de los 25 grados que acostumbraba a emplear el fabricante en sus modelos de altas prestaciones. Además de esta peculiaridad, la mecánica había sido intensamente modificada y reforzada y contaba con nuevos inyectores que trabajaban 2.0 bares de presión, nuevos pistones y bielas de titanio, lubricación por cárter seco y algunos conductos de refrigeración adicionales.
Al volante de este impresionante Audi 5000 CS quattro 25V estaba el piloto estadounidense Robert William Unser, más conocido como Bobby Unser, que con 52 años por aquel entonces, simplemente alucinó con las prestaciones de la bestia. El tricampeón de las 500 millas de Indianápolis, campeón de las 500 Millas de Pocono, tetracampeón de las 500 millas de Ontario y ganador en trece ocasiones de Pikes Peak Hill Climb era uno de los artífices de aquel récord.
Tras hacerse con el récord mundial del coche de tracción a las cuatro ruedas más rápido en un circuito, Audi realizó una gira promocional de la tecnología quattro por Estados Unidos que tal y como podéis imaginar, funcionó a la perfección.
Tal y como puedes imaginar, un «cacharro»-por dimensiones y peso- como el Audi 200 no solo contaba con un motor de 650 CV. El modelo había sido completamente replanteado. Para empezar, la marca de los cuatro aros mejoró drásticamente la aerodinámica del modelo con vistas a suavizar esquinas, bordes, eliminar retrovisores y recortar altura al suelo, mientras que algunos elementos aerodinámicos mejoraban la carga aerodinámica. El modelo se situaba mucho más cerca del asfalto gracias a una reducción de 40 mm de su altura, algo que permitía reducir el centro de gravedad drásticamente.
Según la marca, este trabajazo permitió que el coeficiente de resistencia aerodinámica fuese de 0.33.
Además de mejorar las prestaciones, la dinámica y la aerodinámica, el peso jugaba un papel fundamental y para ello Audi reemplazó algunos paneles de la carrocería por otros de aluminio o kevlar. Los cristales y la lunas fueron reemplazadas por otras más ligeras de plexiglás y se eliminaron elementos de confort interior y otros muchos detalles. El resultado fue más que satisfactorio y es que a pesar de las «enormes» dimensiones del modelo, este tan solo pesaba 1072 kg.
Al tratarse de un óvalo y al querer directamente «volar» en él, Audi tuvo que replantear el reparto de masas del modelo en cuestión y es que si dejáramos todo tal y como llegaba de fábrica, las ruedas exteriores soportarían cargas significativamente mayores que las interiores y aunque podía corregirse de centenares de formas, en Audi decidieron replantear algunos aspectos del reparto de masas.
Para evitar que la fuerza centrífuga causara estragos, este Audi 5000 CS quattro 25V especial para Talladega contaba con una batería, un depósito de combustible y un cárter de aceite montados en el lado izquierdo. El motor, la transmisión, los diferenciales y el eje cardán también se encontraban desplazados 50 mm a la izquierda respecto a su posición central original.
Para ello, se tuvieron que utilizar ejes de transmisión de diferentes longitudes a izquierda y derecha y se tuvo que cambiar la parte inferior del modelo. La posición del conductor tuvo que modificarse y este se sentaba más a la izquierda y 200 mm más atrás. Para ello, hubo que cambiar los pedales y la columna de dirección.
Curiosamente el modelo equipaba unos estrechos neumáticos Michelin que contaba con propiedades aerodinámica mejoradas. Además, según Michelin eran capaces de aguantar la velocidad requerida y mucho más.
Ya sabes, si en alguna ocasión ves a un preparador o a la misma Audi empleando la denominación Talladega, acuérdate de esta curiosa historia y de este Audi 200 preparado como un corredor de la NASCAR.
Audi 5000 CS quattro récords
– IMSA GTO 200.869 mph / 323,26 km/h
– All-Wheel Drive 200.869 / 323,26 km/h
– Turbocharged Sedan 200.869 / 323,26 km/h
– IMSA GTI 10 km 184.305 / 296,61 km/h
– IMSA GTO 10 mi. 190.173 / 306,05 km/h
– All-WheelDrive 10 km 184.305 / 296,61 km/h
– All-WheelDrive 10 mi 190.173 / 306,05 km/h
– Turbocharged Sedan 10 km 184.305
– Turbocharged Sedan 10 mi 190,173 mph / 306,05 km/h
– Talladega one lap AWD récord 206,825 mph / 332,85 km/h
Imágenes e información | drive2.ru, Audi, audistory.com, Audi Magazin y Youtube