Las marcas alemanas no paran de sorprendernos con nuevas técnicas que ahorran peso en sus modelos, aspecto que como ya sabréis, no sólo repercute en el consumo sino en la seguridad de los ocupantes y del resto de los usuarios de la vía.
Mientras que BMW apuesta por el plástico reforzado con fibra de carbono, Audi hace lo mismo con otros materiales como la fibra de vidrio e intenta ahorrar kilos de otras partes del vehículo, en este caso del sistema de amortiguación.
Los muelles de los amortiguadores de los modelos de Audi (gama media y gama alta), fabricados en la actualidad de acero, podrían ser sustituidos por unos muelles de fibra de vidrio, de hecho, se espera que el facelift del Audi A7 incorpore esta tecnología.
Los nuevos muelles se desarrollan en colaboración con un proveedor de piezas italianas, están fabricados de polímero reforzado con fibra de vidrio (PRFV). Son un 40% más ligeros en comparación con los de acero y presentan otros beneficios.
Un muelle convencional pesa entorno a los 2.700 gramos y uno de PRFV pude girar entorno a los 1.600 gramos. Estos nuevos muelles de Audi no se oxidan, duran el mismo tiempo que los de acero convencionales y no se deterioran por los productos químicos o la sal del asfalto.
El fabricante de automóviles de los cuatro aros también dice que el material transmite menos vibraciones al habitáculo.