La semana pasada, la marca de los cuatro aros inauguró la planta de Audi e-gas en Werlte convirtiéndose en el primer fabricante de automóviles en desarrollar una cadena de suministro de energía sostenible.Ésta comienza con la electricidad obtenida de forma ecológica, el agua y el dióxido de carbono para obtener como productos finales hidrógeno y el metano sintético, el denominado Audi e-gas.
¿Cómo funciona esta planta de producción? Audi e-gas funciona con un proceso de dos etapas: electrolisis y metanización. En la primera la planta utiliza el excedente de electricidad obtenida de forma ecológica para descomponer el agua en oxígeno e hidrógeno con tres electrolizadores. El hidrógeno podría propulsar durante un día a vehículos con pila de combustible. Por ahora, sin embargo, en ausencia de la infraestructura necesaria en toda la zona, se lleva a cabo directamente una segunda etapa del proceso: la metanización. Se utiliza el hidrógeno para hacerlo reaccionar con CO2 y producir metano sintético o Audi e-gas. Éste es prácticamente idéntico al gas natural fósil y se distribuirá a través de la infraestructura existente, la red alemana de gas natural, a las estaciones de repostaje de CNG. La planta tiene previsto empezar a suministrar el Audi e-gas Audi a la red a finales de 2013.
El uso eficiente de los flujos de energía es la máxima prioridad en la secuencia de producción del Audi e-gas. Así, el CO2 utilizado es un producto de desecho procedente de una planta de biogás adyacente, por lo que sirve como materia prima para la producción de Audi e-gas, y no se emite a la atmósfera. Por su parte, el calor residual que se desprende en el proceso de metanización, en el que se hace reaccionar el CO2 con hidrógeno para generar el metano sintético, se utiliza en las instalaciones de biogás contiguas, incrementando significativamente la eficiencia global.
Está previsto que el Audi e-gas de Werlte sirva para propulsar a 1.500 nuevos Audi A3 Sportback g-tron durante 15.000 kilómetros al año, en una conducción libre de CO2.El modelo 1.4 TFSI de cinco puertas puede funcionar con gas natural, biometano y Audi egas; gracias a su diseño bivalente también puede usar gasolina. Esto le proporciona una autonomía total de 1.300 kilómetros, aproximadamente.
El Audi A3 Sportback g-tron, que tiene previsto su lanzamiento al mercado para finales de este año, consume de media menos de 3,5 kilogramos de Audi e-gas por kilómetro. Las emisiones de CO2 en el escape son inferiores a 95 gramos por kilómetro en el ciclo homologado NEDC.
En paralelo a la planta de Audi e-gas de Werlte, la marca también cuenta con un centro de investigación en Hobbs, Nuevo México (Estados Unidos) para la producción de etanol y e-diesel. En estas instalaciones unos microorganismos usan agua (agua salobre, o aguas residuales), la luz solar y el dióxido de carbono para producir combustibles de gran pureza. El objetivo estratégico de estos proyectos es usar el CO2 como materia prima para combustibles.
Fuente: Audi
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