Como te contábamos hace algunas semanas, la disminución global en los pedidos de los clientes en el segmento de la clase de lujo eléctrica podría llevar a la firma de los cuatro aros a considerar el final temprano de la producción de los Audi Q8 e-tron y Q8 Sportback e-tron. Y no solo eso, la reestructuración implicará incluso el cierre de la planta, previsto para el 28 de febrero de 2025.
La decisión se tomó durante una reunión del comité de empresa con los sindicatos a principios de esta semana. Según recogen desde el diario The Brussel Times, la producción del Audi Q8 e-tron continuará hasta el cierre de la factoría. Los trabajadores deberán regresar de las vacaciones de Navidad para completar los dos últimos meses de trabajo en dos turnos.
Las recientes conversaciones con otros fabricantes de automóviles como NIO no han dado sus frutos y el cierre, salvo una inversión de última hora, es la opción favorita. El director de operaciones de Audi, Gerd Walker, ha declarado que no han encontrado un «concepto viable y sostenible» para la factoría, a pesar de que 26 interesados se han puesto en contacto con ellos.
Además, el Grupo Volkswagen ha decidido no fabricar otro vehículo en la planta ni buscar otro uso para las instalaciones. Como señalaba la propia Audi, existen “problemas estructurales de larga data en la planta de Bruselas” donde se fabrican los SUV eléctricos. Estos problemas pasan por elevados costes logísticos y un diseño de planta difícil de adaptar a los cambios.
Esto se debe, esencialmente, a su ubicación, cerca del centro de la ciudad. Por su parte, el portavoz de Audi Bruselas, Peter D’hoore, señala que «en el marco del proceso de información y consulta se analizaron más de veinte modelos de negocio alternativos, por ejemplo en las áreas de electromovilidad y tecnología de baterías, pero también sostenibilidad del ciclo de vida y nuevos modelos de negocio a lo largo de la cadena de valor”.
Añadió que, a fecha de este martes, Audi ya había iniciado conversaciones con un nuevo inversor que procede del sector de vehículos comerciales, aunque los detalles de las negociaciones se mantienen en secreto. Por el momento, la dirección de la planta ultimará la información y el proceso de consulta con los trabajadores en una reunión del comité de empresa prevista para el 12 de noviembre.
Una mala situación en el Grupo VAG
Como ya sabrás, la planta de Audi no es la única que corre peligro dentro del Grupo Volkswagen. La situación es más crítica de lo que parece (en el sector de la automoción europeo en general, como te comentábamos recientemente) y la firma alemana ha advertido acerca del posible riesgo de cierre de varias plantas de producción en su país natal.
En palabras de Oliver Blume, director general del Grupo Volkswagen, “la industria automovilística europea se encuentra en una situación muy exigente y grave. Están entrando nuevos competidores en el mercado europeo y Alemania, en particular, como lugar de producción, se está quedando cada vez más atrás en términos de competitividad”.
Añade que “la situación es extremadamente tensa y no se puede resolver con simples medidas de reducción de costes”. Esto podría dar lugar a «una reestructuración completa« de las diferentes compañías que integran el Grupo, y «el cierre de plantas de producción y de componentes no puede descartarse«. De llevarse a cabo, sería la primera vez en la historia de la firma en tener que tomar medidas tan drásticas.
Los sindicatos, por su parte, ya han puesto el grito en el cielo, pues Volkswagen confirmó que se ha sentido obligado a poner fin a su acuerdo de protección del empleo, un programa de seguridad laboral que ha estado vigente desde 1994, para asegurar “ajustes estructurales urgentemente necesarios”. Según el principal sindicato industrial alemán, IG Metall, este plan “sacude los cimientos” del fabricante de automóviles.