Audi, gracias al R8 e-tron logra dar un nuevo paso en la tecnología de construcción ligera en la que grandes piezas de plástico reforzado con fibra de carbono complementan a la estructura de aluminio.
El peso total del Audi R8 e-tron es de 1.780 kilogramos, y la estructura de su carrocería sólo pesa, 199 kg, lo que supone 23 kg menos que en el R8 Coupé en aluminio.
La batería de iones de litio también es una muestra de la capacidad de desarrollo de la marca ya que la misma ha sido concebida y fabricada por la marca de los cuatro aros.
Atornillada a la estructura en 40 puntos, actúa como elemento coportante que dobla con creces la rigidez de la estructura. La batería integra 530 celdas planas prismáticas.
Construida en forma de T, tiene una longitud de 235 cm, una anchura de 135 cm y, junto con la unidad de mando, una altura de 71 cm.
El líquido refrigerante circula por estrechos canales fresados que tienen una longitud de varios cientos de metros. Un distribuidor hidráulico garantiza un caudal homogéneo y calculado con precisión que regula por igual la temperatura de todas las celdas.
Para cargar la batería se ofrecen dos posibilidades. Con la corriente continua de 230 V de la red doméstica, una carga completa tarda unas doce horas. Si se utiliza corriente alterna, el tiempo de carga se reduce, en función de la potencia de conexión, a menos de una hora.
La batería también se carga en marcha mediante la recuperación de la energía en las fases de deceleración. El conductor puede seleccionar a través de las levas del volante el grado de recuperación de energía en tres niveles (más la marcha libre).
Con un total de 280 KW de potencia y 820 Nm de par motor, los dos motores eléctricos situados en el eje trasero proporcionan al Audi R8 e-tron unas prestaciones impresionantes. Lo impulsan en 4,2 segundos de 0 a 100 km/h, y al alcanzar los 200 km/h la velocidad se limita electrónicamente. En el ciclo del banco de pruebas, una carga de la batería basta para recorrer más de 215 kilómetros.
En cuanto al tren de rodaje, el Audi R8 e-tron también presenta nuevas soluciones. Los muelles helicoidales se han fabricado en material plástico reforzado con fibra de vidrio (GFRP) y pesan sólo 1,2 ó 1,3 kg respectivamente, alrededor de un 40% menos que los muelles de acero. Los cubos de rueda en el eje trasero se han forjado en titanio y ahorran 0,6 kg de peso. En la barra estabilizadora del eje delantero, el tubo está compuesto por capas enrolladas de CFRP, y los terminales son de aluminio; el componente pesa sólo 2,5 kg, una ventaja del 35%.
El Audi R8 e-tron monta neumáticos con baja resistencia a la rodadura en formatos 225/35 y 275/35. Con ayuda de la fuerza centrífuga, unas cubiertas regulables cierran los orificios de las llantas de 19 pulgadas a partir de los 50 km/h, y al reducir la velocidad los vuelven a abrir. Las “aero ruedas” activas reducen el coeficiente de resistencia aerodinámica en aproximadamente 0,02.
Los frenos de las ruedas del eje trasero son electromecánicos.
Con un reparto del peso de 42:58, el R8 e-tron ofrece las mejores condiciones para una maniobrabilidad deportiva.
A simple vista, el Audi R8 e-tron se parece al Audi R8 con motor de gasolina, pero la carrocería no tiene más de nueve piezas iguales. El coeficiente de resistencia aerodinámica del deportivo de altas prestaciones con sistema de propulsión eléctrico es de 0,27. La supresión del motor de combustión, de la caja de cambios y del sistema de escape ha permitido diseñar unos bajos del vehículo planos. En su parte trasera, un difusor largo y en posición relativamente inclinada canaliza el aire de tal manera que armoniza con el flujo de aire en la zaga.
El deportivo de altas prestaciones con sistema de propulsión eléctrico no monta radiador de aceite y no necesita aire de aspiración. Sus entradas de aire laterales en el frontal y los sideblades están cerrados. Sólo entra aire de refrigeración a través de la zona inferior de la parrilla Singleframe.