Hace semanas tuvimos la oportunidad de probar nuevamente el Audi RS3 sedán y he de confesar que es un coche con el que se te va la cabeza. Hablamos de una bestia compacta equipada con un motor pentacilíndrico de 2.5 litros TFSI que genera 294 kW (400 CV) y 500 Nm de par. La potencia máxima de 294 kW (400 CV) está ahora disponible entre 5.600 y 7.000 rpm; por lo tanto, se genera antes y durante más tiempo que en el motor anterior.
Con esta mecánica, el Audi RS 3 acelera de 0 a 100 km/h en 3,8 segundos y alcanza una velocidad máxima de 290 km/h, cifras récord en este segmento pero que sin duda, tienen un precio.
El RS 3 viene equipado de serie con frenos de acero con pinzas de seis pistones, más grandes y de nuevo desarrollo, acordes con la potencia del motor de cinco cilindros. Este sistema de frenos es «normal» y tiene un coste de mantenimiento «normal», quizá algo más caro que la media por las mayores dimensiones.
El problema llega con uno de esos extras que parece imprescindible pero realmente no lo es a no ser que hagas un uso intensivo de este modelo en circuitos. Me refiero al sistema de frenos opcional carbocerámico de alto rendimiento.
Opcionalmente, en el eje delantero está disponible un sistema de frenos cerámicos de 380 mm de diámetro y 38 mm de grosor, con una curva característica del pedal especialmente adaptada.
El sistema de frenos de alto rendimiento pesa 10 kg menos que el de acero, cuyos discos ventilados y perforados miden 375 mm de diámetro y 36 mm de grosor delante, y 310 mm y 22 mm detrás.
Desafortunadamente, Audi ha retirado temporalmente este sistema de frenos opcional debido a «ciertas restricciones en los suministros», sin embargo, nosotros no sólo hemos podido disfrutar de sus ventajas e inconvenientes -frena mucho más pero necesitan estar a cierta temperatura de trabajo porque si no, la frenada es peor-.
Aunque nos solemos hacer esto en las pruebas, en esta ocasión nos hemos decantado por preguntar lo que cuesta mantener este coche y la verdad es que nos ha sorprendido…
Para que te hagas una idea, una revisión rutinaria -lo que sería más o menos la primera revisión del modelo- en la que se incluye un cambio de filtro de polen, filtro de aceite, aceite, líquido de frenos, filtro de olores y algunos elementos fungibles, que es la correspondiente a los 14.000 km y casi 2 años que tenía aproximadamente la unidad de pruebas vienen suponiendo en un concesionario oficial poco más de 800 euros. Se trata de un disparate de cifra pero si tenemos en cuenta de que hablamos de coches de casi 90.000 euros, la cosa nos parece hasta «normal».
Aunque no es un elemento de cambio desgaste que cambiemos «a diario», lo cierto es que los frenos, entendiendo por estos las pastillas e incluso los discos, los cambiamos una media de 1 a 2 veces a lo largo de una vida media de unos 200.000 km, aunque dependiendo del uso, hay gente que los discos no los llega a cambiar nunca.
¿Te has preguntado alguna vez lo que cuesta cambiar unos discos carbocerámicos en un coche de la talla de un Audi RS3?
Para que te hagas una idea, lo hemos preguntado de forma oficial y… ¡vaya tela!.
El Audi RS3 equipado con discos carbocerámicos -cuando estaban disponibles y podías pedir este caro opcional- está equipado con dos discos de frenos de cerámica ventilados de 380×38 mm en la parte delantera y dos discos de freno ventilados de 310×22 mm en la parte trasera.
Cada uno de los discos delanteros cuesta en el concesionario oficial nada menos que 6655 euros la unidad. Cada disco de frenos trasero cuesta 236 euros la unidad.
Dentro del servicio de cambio de frenos debemos añadir el impulsor de contacto con indicador de desgaste de las pastillas por 38.70 euros la unidad, un juego de muelles separadores por 33.60 euros, grasa de lubricación de litio a 42.60 euros los 180 gramos.
En la revisión también preguntamos el precio de un elemento filtrante con junta por valor de 19.70 euros, un filtro de alérgenos y olores por 43,50 euros la unidad, un filtro de aire por valor de 34.80 euro o una bujía de encendido por 160 euros la unidad.
En total hablamos de una revisión del sistema de frenos de unos 17.494,53 euros a los que habría que restarle algunos de los elementos que ya nos habrían revisado en el servicio que os mencionamos anteriormente por valor de algo más de 800 euros. Como puedes ver, una revisión completa con cambio de frenos y aceite suponen unos 18.000 euros a los que habría lógicamente que sumarle elementos de desgaste no incluidos e incluso piezas rotas o deterioradas.
Como puedes ver, un coche no es «la compra», es más bien el mantenimiento…
¿Cómo lo ves? ¿crees que es mucho incluso para un coche de más de 80.000 euros?