En 2012, la marca alemana de los cuatro aros lanzó la primera generación del Audi SQ5. Para el lanzamiento del nuevo modelo y para enfatizar las aspiraciones deportivas del SUV, el fabricante de Ingolstadt eligió un lugar y una ocasión especiales, la carrera de 24 horas de Le Mans.
Ahora que ya tenemos una segunda generación, los especialistas en preparaciones se han dado cuenta del potencial y uno de los primeros en dar más al modelo es el preparador germano especialista en el Grupo Volkswagen, ABT Sportsline.
Cabe destacar que de serie el modelo acelera de 0 a 100 km/h en tan solo 5,1 segundos, alcanzando con rapidez una velocidad máxima limitada electrónicamente de 250 km/h. Toda esa impresionante potencia se transmite a través de cambios de marchas rápidos y cómodos a cargo de la caja de cambios tiptronic de ocho velocidades. La tracción integral quattro con diferencial central autoblocante incluida de serie distribuye la potencia de forma variable entre los dos ejes con una relación de distribución básica de 40:60. No obstante, y con el fin de obtener incluso una mayor tracción, se puede dirigir hasta un 70% de la potencia al eje delantero o un 85% al trasero.
El preparador alemán aumenta el rendimiento del motor V6 TDI de 3.0 litros desde de los 341 CV (251 kW) y 700 Nm de fábrica a unos interesantes 385 CV (283 kW) y 760 Nm de par motor.
Esta mejora de rendimiento se consigue gracias a la unidad de control de alta tecnología ABT Engine Control (AEC). Este último garantiza un uso óptimo de la energía y al mismo tiempo protege el motor. Ahora, el SQ5 acelera sin esfuerzo de 0 a 100 km / h en menos de 5 segundos.
Desde ABT también han mejorado los muelles del sistema de suspensión para aumentar el potencial dinámico del modelo. La bajada de altura ajustable de 35 a 60 mm también sobresale por proporcionar la estética perfecta.
El preparador ofrece una elegante gama de llantas de hasta 21 pulgadas que complementa a la generosísima oferta que ya ofrece Audi de serie en el modelo.
Fuente | ABT