Desde luego no es la primera vez que hablamos de carreteras inteligentes enfocadas a hacer más fácil nuestra vida. En su día ya os hablamos de carreteras fabricadas de plástico para reducir costes, de pavimentos capaces de regenerarse de manera autónoma, de autopistas que recargan la batería de los coches eléctricos en movimiento e incluso de carreteras capaces de absorber la luz solar para reutilizar dicha energía.
Hoy, la noticia es algo distinta y nos llega desde Corea del Sur, donde se está gestando un ambicioso plan para construir una red de autopistas inteligentes pensada para la circulación de vehículos eléctricos y autónomos. Al fin y al cabo estos son el futuro y la mayoría de países debería ponerse manos a la obra para adaptarse al cambio y que no ocurra como en la actualidad, donde tener un eléctrico es una aventura por la escasez de estaciones de recarga.
El proyecto incluye la construcción de nada menos que 1.000 kilómetros de carretera y según las estimaciones podría estar disponible de cara al año 2020, fecha para la cual se habrá impulsado el desarrollo de vehículos eléctricos y autónomos. Gracias a estas autopistas, los vehículos eléctricos dispondrán de estaciones de carga en las áreas de descanso y un avanzado sistema conocido como ITS permitirá que los coches autónomos circulen en las máximas condiciones de seguridad, evitando con ello los atascos y reduciendo las emisiones contaminantes.
El sistema ITS permite una conducción segura de los coches autónomos gracias a una estructura virtual que prevé los accidentes a través de la monitorización del tráfico e incorpora peajes inteligentes que no necesitan cabinas para evitar que los vehículos tengan que realizar paradas o reducir la velocidad de circulación.
El Gobierno del país asiático está llevando a cabo fuertes recortes impositivos y aportando subvenciones para promocionar las tecnologías limpias, por lo que de cara al desarrollo de este nuevo proyecto facilitará 37 billones de wones –29.600 millones de euros– y tratará de captar del sector privado otros 35 billones –28.000 millones de euros-, una fuerte apuesta económica que tiene como objetivo sumar un total de 5.131 kilómetros de autopista para que el 96% de los ciudadanos (50 millones de surcoreanos) puedan acceder a este tipo de vías en un tiempo inferior a 30 minutos.