Hace años salió a la luz que un barco portacontenedores de gran tamaño o un súperpetrolero de los que transportan crudo y combustibles por todos los océanos, contamina más que todos los coches de una ciudad pequeña juntos y ahora nos hablan de barcos con velas hinchables.
Además de combustibles con mayor porcentaje de elementos «bio» parece que hay empresas que están dispuestas a volver a las «velas» en los barcos.
Hoy hemos sabido que Michelin y la Compagnie Maritime Nantaise, han firmado un acuerdo de colaboración para ensayar el innovador sistema WISAMO de velas inflables.
Un prototipo de vela con una superficie de 100 metros cuadrados se instalará en el buque mercante MN Pélican de la compañía naviera, lo que permitirá probar la solución WISAMO en condiciones reales de navegación comercial de cara a la fase de desarrollo industrial de esta nueva tecnología.
Si los resultados de las pruebas son concluyentes, esta asociación contempla continuar los ensayos con una vela más grande, lo que permitirá avanzar en la descarbonización del transporte marítimo.
Afortunadamente si eres del norte podrás ver al MN Pélican ya que realiza dos rotaciones semanales entre Poole (Gran Bretaña) y Bilbao (España).
El buque portacontenedores estará equipado con la solución WISAMO a partir del segundo semestre de 2022.
El desarrollo técnico de este primer prototipo de vela de 100 metros cuadrados continuará en la embarcación de Michel Desjoyeaux, siempre con el objetivo de su aplicación al transporte marítimo. Las pruebas realizadas en el lago de Neuchâtel (Suiza) entre los meses de junio y diciembre de 2021 ya resultaron muy concluyentes y ahora falta probarlo en alta mar.
La embarcación, que pondrá rumbo a la ciudad francesa de Royan, podrá empezar a navegar a finales de febrero de 2022.
La vela hinchable utiliza el viento, una fuente de propulsión gratuita, universal e inagotable. Gracias a su revolucionario diseño este sistema permite reducir el consumo de carburante de una embarcación y, por tanto, contribuir de forma positiva al medio ambiente, al reducir las emisiones de CO2.
Tal y como nos han comentado, este sistema resulta especialmente adecuado para buques contenedores, cargueros, petroleros y buques cisterna, ya que su instalación se puede realizar como equipo original en barcos nuevos o como una adaptación posterior en buques ya operativos.
La vela tiene un amplio rango de uso, particularmente cuando se navega en ceñida, y se puede utilizar en todas las rutas marítimas. Su mástil telescópico retráctil facilita la llegada a los puertos, así como su paso por debajo de los puentes.
Según los primeros detalles, estas velas podrían reducir el consumo de combustible en un 20% lo cual es simplemente bestial.
Fuente | Michelin