Los coches eléctricos son el futuro y uno de los mayores costes que tienen este tipo de vehículos son sus baterías. A estas alturas de la película hemos oído hablar de todo tipo de propuestas en materia de baterías por parte de múltiples empresas, pero recientemente IBM Research se ha sumado a «la fiesta» con una nueva propuesta de la que, por ahora, los detalles son limitados, aunque no poco interesantes.
La nueva investigación de IBM Research, que ha contado con la colaboración del laboratorio de Investigación y Desarrollo de Mercedes-Benz Norteamérica, propone una tecnología de batería que no depende de metales pesados, como el níquel o el cobalto, lo que ayudaría a incrementar la sostenibilidad a largo plazo de muchos elementos de nuestra infraestructura energética.
Las aplicaciones son múltiples, no solo la automoción, pero el hecho de que Mercedes-Benz sea el socio principal de la investigación nos da una idea de por dónde van los tiros. Cabría esperar que la compañía alemana obtenga una ventaja en el uso de la tecnología antes que otros fabricantes. Al fin y al cabo, la firma de la estrella se vende como «una marca innovadora».
Más allá de las ventajas para el propio fabricante de automóviles, esta nueva alternativa también permitirá acabar con la contaminación derivada de la extracción de los metales pesados, aunque IBM no ha detallado cómo. Solo mencionan «tres materiales patentados nuevos y diferentes, que nunca antes se habían registrado como combinados en una batería«.
Ni metales pesados ni sustancias con problemas de abastecimiento. Los materiales para esta batería se pueden extraer del agua de mar, sentando así las bases para técnicas de abastecimiento menos invasivas que los métodos actuales de extracción de materiales. Y ojo, porque tan prometedor como la composición de esta nueva batería es su potencial de rendimiento.
En las pruebas iniciales, demostró que puede optimizarse para superar las capacidades de las baterías de iones de litio en una serie de categorías individuales que incluyen costes más bajos, tiempos de carga más rápidos, mayor densidad de energía, alta eficiencia energética y baja inflamabilidad. Veamos algunos ejemplos que nos proporciona IBM.
El equipo de investigación señala que se requieren menos de cinco minutos para que la batería alcance un estado de carga del 80 por ciento. Esto, combinado con el coste relativamente bajo de obtener los materiales, podría hacer realidad un coche eléctrico de carga rápida y bajo coste. A esto se añade una densidad de potencia de más de 10.000 W/L, superando con ello a las baterías de iones de litio más potentes disponibles.
La densidad de energía es superior a 800 Wh/L, una cifra comparable a las baterías de iones de litio de última generación, todo ello rematado por una baja inflamabilidad de los electrolitos y una excelente eficiencia energética (más del 90 por ciento). Además, las pruebas han demostrado que esta batería puede diseñarse para alcanzar un ciclo de vida útil prolongado.
Si bien los planes para el desarrollo de estas baterías aún están en la fase exploratoria, es innegable que tienen muy buena pinta. Es más, son incluso demasiado buenas para ser verdad, esperemos que no sigan el camino de los motores Wankel o los FCEV que Mercedes-Benz presentó una vez y que no pasaron de la fase experimental.