Estamos acostumbrados a que Mulliner, la división encargada de personalizar con la máxima elegancia posible los Bentley, nos deleite con lujosos interiores artesanales fabricados en exclusivos materiales. Lo que quizá no es tan habitual es ver cómo el especialista cuenta con la ayuda de expertos británicos en yates –Princess Yachts– y se inspira en el diseño de estas embarcaciones para sacar una edición especial.
Limitada sólo a 30 unidades en todo el mundo, esta edición especial se ofertará únicamente en dos colores exteriores específicos, los Glacier White y Sequin Blue, contando a su vez con un exquisito interior que combina los mejores elementos del estilo de vida oceánico con el lujo de los automóviles convertibles.
Bajo el capó, se mantiene el motor V8 de 4.0 litros que entrega una potencia máxima de 507 CV y un par motor de 660 Nm. Toda esa fuerza la entrega a las cuatro ruedas a través de una transmisión automática de 8 velocidades y el sprint de 0 a 100 km/h lo hace en 4,8 segundos, siendo capaz de alcanzar una velocidad máxima de 303 km/h. Todo ello complementado por la elegante capota retráctil de cuatro capas de Bentley que mantiene a los ocupantes en el mismo ambiente de tranquilidad que ofrece la variante coupé del Continental GT.
Exteriormente cuenta con un kit de carrocería específico, además de las exclusivas pinturas con detalles en contraste. Tampoco faltan unas llantas de 21 pulgadas. En el interior, por su parte, todo está hecho a mano e incluye materiales como el lino, la piel, el Alcántara o la madera de nogal, con inscripciones específicas.