Bentley parece decidida a hacerse un año más y por tercera vez consecutiva con el Pikes Peak International Hill Climb. Así lo ha anunciado a través de su cuenta oficial de Twitter, aunque todavía quedan unos meses para que se dispute esta competición en la legendaria montaña de Colorado (y eso si el Covid nos deja).
Tras participar y lograr un récord con el Bentley Bentayga y el Continental GT, la firma británica apostará en esta ocasión por el Continental GT3, la versión de competición que está propulsada por un V8 biturbo de 4.0 litros con control de motor Cosworth, un sistema de lubricación por cárter seco y sistemas de admisión y escape remozados.
La potencia supera los 550 CV, que se envían a las ruedas traseras a través de una caja de cambios secuencial Ricardo de seis velocidades con un embrague de carreras AP. El eje de transmisión está hecho de fibra de carbono y el automóvil cuenta con suspensión de doble horquilla delantera y trasera con amortiguadores de carreras ajustables en cuatro direcciones.
Las superficies aerodinámicas exteriores se han diseñado en el túnel de viento y se basan en la forma del coche de carretera, mejorando los paneles exteriores con dispositivos aerodinámicos para obtener una carga aerodinámica adicional, aunque es más que probable que se modifiquen diversos parámetros y componentes para Pikes Peak.
Bentley dará a conocer más detalles en apenas dos días y, según afirman, será su último intento después de establecer récords en 2019 (10:49.9 para un SUV de producción) y en 2020 (10:18.488 para un coche de producción). Nos queda saber qué récord tratará de batir exactamente en 2021, ¿el de 9:36.559 del Pikes Peak Time Attack del Porsche GT2 RS Clubsport? ¿Quizá el general de 7: 57.148 establecido por el Volkswagen ID.R?