Con la llegada del nuevo BMW Serie 5 la compañía bávara ha continuado con su proceso de electrificación lanzando una variante híbrida enchufable, el 530e iPerformance. Este ha pasado a convertirse en el sexto integrante de la familia iPerformance tal y como ya sucedió con el Serie 2, Serie 3, Serie 7 y el X5. Esta berlina premium parte de 60.500 euros y es el máximo exponente en cuanto a eficiencia de toda la gama del Serie 5, es capaz de recorrer hasta 50 kilómetros impulsado únicamente por el motor eléctrico.
Ahora el fabricante alemán quiere hacernos la vida algo más fácil si optamos por adquirir este modelo, y todo gracias a un cargador inalámbrico por inducción que incluye un GroundPad (situado donde vayamos a estacionar el vehículo) y un CarPad colocado en la parte inferior del vehículo. Estos dos dispositivos crean un campo magnético a una distancia de unos 8 centímetros aproximadamente, y gracias a los 3,2 kW que genera es capaz de cargar la batería en solo tres horas y media.
De esta forma diremos adiós para siempre a los cables y botones tradicionales, simplemente tendremos que colocar el vehículo en nuestra plaza habitual de aparcamiento y esperar a que esté cargado al completo. La producción de este cargador comenzará el próximo mes de julio y así BMW se convertirá en el primer fabricante en lanzar un cargador por inducción totalmente integrado y ajustado de fábrica. Primero llegará solo a Alemania bajo un contrato de alquiler y pronto se espera que de el salto a los Estados Unidos.
Después podría llegar a otros países como Reino Unido, Japón y China, así como a otros modelos híbridos enchufables de la marca teutona. Aunque si optamos por el método más tradicional, el BMW 530e iPerformance se puede cargar por completo con un enchufe convencional en menos de cinco horas o en una BMW i Wallbox (3,7 kW de capacidad de recarga) en menos de tres horas.