Recientemente, BMW, la marca líder en la conexión entre conductor, vehículo y entorno, nos ha hecho saber las mejoras en materia de seguridad introducidas en el sistema de transmisión de datos que incorporan sus automóviles, el BMW ConnectedDrive. Pero ni es oro todo lo que reluce ni las casualidades existen. En un mundo tecnológico como el actual, ha surgido una figura molesta en el mundillo de la informática que se dedica a poner en juego nuestra seguridad en la red. Sí, hablamos de los hackers, que no contentos con fisgar en cuentas bancarias ajenas y colarse en grandes empresas, ahora también se dedican a poner en riesgo nuestro propio vehículo.
La marca bávara, de no haber detectado a tiempo la intrusión de piratas informáticos en su sistema ConnectedDrive, habría permitido a estos desbloquear la escalofriante cifra de 2,2 millones de vehículos construidos entre marzo de 2010 y diciembre de 2014, afectando prácticamente a toda la gama BMW, MINI e incluso a algunos Rolls-Royce. Este sistema, que funciona a través de nuestra propia tarjeta SIM, permite el acceso a los sistemas informáticos de a bordo pudiendo controlar con él diversas funciones del vehículo, desde el motor y los frenos hasta el climatizador. Por suerte y, gracias a los informes emitidos por la Asociación Alemana de Automóviles (ADAC) que identificó una posible brecha de seguridad en la transmisión de información, BMW ha mejorado la configuración de su sistema.
Aunque en ningún momento los hackers consiguieron acceder al ConnectedDrive y no existe constancia de que se haya producido algún acceso sin autorización a dichos modelos, el asunto ha activado la alarma y la actualización del sistema será llevada a cabo manualmente o de forma automática tan pronto como los vehículos se conecten al servidor de BMW Group. La nueva configuración a través del protocolo HTTPS (Hyper Text Transfer Protocol Secure), un sistema de encriptado que en muchos casos también utiliza la banca electrónica, hará posible que ninguno de los vehículos potencialmente afectados tenga que acudir al taller, manteniéndose -al menos por el momento- fuera de peligro. A pesar de la respuesta rápida y eficaz por parte de BMW, noticias como esta deberían hacernos recapacitar sobre las ventajas e inconvenientes de incorporar tantas tecnologías a nuestra vida. La tecnología es útil y nos hace la vida más fácil, pero con frecuencia traspasa el límite de lo absurdo.