Hoy te voy a hablar de dos modelos míticos en la historia de la automoción, dos modelos que casi con total seguridad conoces. Sin embargo, lo que seguramente nunca imaginaste es que sus historias se cruzaron durante el desarrollo de uno de ellos, aunque hayamos tenido que esperar casi tres décadas para conocer todos los detalles.
Los fabricantes de automóviles a menudo desarrollan curiosos vehículos de prueba y locas creaciones que, pese a no tener sentido, nos encantan. Claro ejemplo de ello son la Ford Transit Connect con el motor de un Ford Focus RS de primera generación, los secretos de Audi para el Grupo B de rally o el más reciente Kia Stinger GT420.
Existen más creaciones respaldadas por el propio fabricante de las que pensamos, aunque muchas de ellas no salgan a la luz. La que os traigo hoy tiene como protagonistas al BMW M5 Touring E34 y al McLaren F1, aunque quizás mejor debería decir al motor del McLaren F1, un bloque atmosférico de 6.1 litros de cilindrada, 12 cilindros en V a 60° y cuatro válvulas por cilindro.
BMW debía suministrar 350 motores, pero McLaren solo construyó 106 automóviles.
Entregaba una potencia de 635 CV a 7.400 rpm asociada a un par motor máximo de 649 Nm a 5.600 rpm y, por si no lo sabías, fue desarrollada por BMW. Este motor estaba vagamente relacionado con el primer V12 de BMW, que en su día impulsaba los topes de gama de la Serie 7 E32 y Serie 8 E31 de primera generación.
Como toda novedad que llega al mercado, primero debía de ser probado y optimizado, pero los ingenieros, en lugar de testar la nueva mecánica y ponerla a punto en uno de los modelos diseñados para albergar un motor V12, decidieron introducir este bloque experimental en un BMW M5 Touring de la generación E34 por razones que se desconocen.
Intuimos que sería para pasar desapercibidos, pero fuera como fuese, el resultado tuvo que ser una verdadera bomba de relojería. Pensad que el M5 E34 (1989-1995) de serie ya era un aparato bastante interesante. Construido sobre el chasis del 535i en la factoría de BMW M GmbH en Garching, Alemania, era hecho completamente a mano.
Los motores también eran fabricados a mano por técnicos de BMW M. Equipaba una evolución del I6 24 válvulas que encontrábamos en los M5 E28 y M635 CSi/M6 E24 y, originalmente, tenía un desplazamiento de 3.6 litros y daba 315 CV (235 kW) a 6.750 rpm. Ya en mayo de 1992, el motor aumentó hasta los 3.8 litros y 340 CV de potencia, naciendo la versión Touring.
Lo mejor de todo es que, según David Clark, quien fuera director de McLaren para automóviles de carretera y de competición entre 1994 y 1998, este ejemplar tan particular del BMW M5 Touring no sufrió la misma suerte que el resto de mulas de pruebas, sino que está escondido en la colección secreta de prototipos de BMW. Quién tuviera acceso a ella…