Han pasado ya 15 años desde que la primera generación del BMW X5 viese la luz. Para aquel entonces supuso toda una revolución para el segmento. Y desde entonces la familia X de BMW no ha parado de crecer y de mejorar para adaptarse a las necesidades de los conductores.
En 2013, la última generación del X5 llegó al mercado con una nueva cara y un gran cargamento de elementos tecnológicos. Pero sin duda, lo más destacable es que incorpora dos novedades: ahora se puede asociar por primera vez a una mecánica de 4 cilindros y se puede escoger con tracción trasera como alternativa a la tracción integral BMW xDrive.
La versión de acceso viene con un gran equipamiento de serie en el que podemos encontrar elementos tan indispensables como: faros Bi-Xenón con lavafaros, accionamiento automático del portón trasero, Bluetooth con USB, sensores de aparcamiento delantero y trasero, y llamada de emergencia entre otros.
Si el cliente lo desea, también se puede optar por la tracción inteligente a la 4 ruedas BMW xDrive.