El preparador alemán Brabus ha vuelto a ponerse manos a la obra para convertir el Mercedes-Benz GLE 63 AMG en una bestia todavía más potente si cabe y con un aspecto más rompedor gracias a un nuevo kit para la carrocería que incluye entre otros unas llantas de nueva factura y varios elementos en fibra de carbono que convierten a este SUV en toda una máquina al alcance de unos pocos.
Exteriormente Brabus ha decidido mantener un aspecto bastante sobrio -respecto a las preparaciones a las que nos tiene acostumbrados- solamente llaman la atención las llantas Monoblock de 23 pulgadas que han sido fabricadas a mano para sustituir a las de AMG de 19 y 21 pulgadas, un spoiler delantero y un difusor trasero. La carrocería totalmente en color blanco contrasta con los elementos que se han introducido de fibra de carbono para brindarle un aspecto más agresivo al conjunto.
Lo realmente importante de este modelo lo encontraremos bajo el capó, y es que gracias al motor Brabus 850 6.0 Biturbo tendremos en nuestras manos la increíble cifra de 850 CV y 1.450 Nm de par motor para poder alcanzar los 320 km/h que han sido limitados electrónicamente. Además tan solo necesitaremos 3,8 segundos para acelerar de 0-100 km/h, una cifra escalofriante teniendo en cuenta que no estamos hablando de un superdeportivo y que su peso asciende por encima de las dos toneladas.
Toda una bestia que engaña con su aspecto comedido y formal pero que promete dejarnos pegados al asiento cada vez que exprimamos al máximo sus 850 CV, aunque seguramente nuestra cartera también sufrirá una ligero perdida de peso si queremos alimentar al sediento motor retocado por Brabus.