Brasil parece que poco a poco se está poniendo al día en términos de seguridad y aunque todavía van muy por detrás de lo exigido en otros mercados, sí va tomando un ritmo interesante. Cambiar la legislación de forma rápida es casi imposible al encarecer en exceso la producción local en un país en el que los coches todavía son un lujo para una mayoría.
Por ahora en Brasil la legislación exige que los vehículos nuevos comercializados incluyan al menos dos airbags y ABS, y aunque llevan intentando implementar el control de estabilidad todavía no se ha logrado la aprobación a pesar de ser un elemento que salva muchas vidas.
Debido a estas cosas sorprende que ahora se puedan plantear desde el gobierno la obligación de incluir un elemento muy útil como es el detector de objetos en ángulo muerto. Al parecer según un estudio es posible reducir hasta en un 14% los accidentes por cambio de carril y bajar notablemente los golpes en tráfico urbano.
Este elemento es factible para todos los fabricantes dado que no es costoso y sí aporta mucha seguridad a los usuarios. Actualmente no hay ningún país en el mundo en el que el conocido «BLIS» sea obligatorio así que Brasil podría pasar por ser el primero en al menos anunciarlo dado que se estudia que la medida podría entrar en vigor en 2024.
En Europa por el momento no hay nada planteado o sobre la mesa sobre el detector de objetos en ángulo muerto pero es cierto que son muchos los vehículos que lo incorporan, ya sea de serie o de manera opcional, tanto en automóviles de gamas altas como en los más pequeños.