Además de ser un modelo totalmente nuevo, el Bugatti Tourbillon presenta una nueva filosofía.
El Bugatti Tourbillon cuenta con una pieza central que lleva la filosofía de la relojería a su conclusión más literal.
El cuadro de instrumentos ha sido diseñado y construido con la experiencia de los relojeros suizos.
Compuesto por más de 600 piezas y construido con titanio y piedras preciosas como zafiro y rubí.
Esta composición hecha a mano y limitada a 250 unidades está construida con unas tolerancias mínimas y pesa 700 gramos.
Esta obra maestra de intrincado diseño sigue siendo un punto central de la experiencia de conducción, fijada en su lugar mientras el borde del volante gira a su alrededor: una configuración conocida como volante de cubo fijo.
A través de este ingenioso concepto, los conductores del Tourbillon tienen una visión sin obstáculos de su instrumentación independientemente del ángulo de dirección porque los radios llegan hasta la parte posterior del grupo de instrumentos.
El cuadro de instrumentos analógico está compuesto por tres diales.
En el central encontramos dos agujas a modo de reloj. En una podemos ver un velocímetro que llega a marcar 550 km/h. Con la otra aguja podemos ver las rpm que llegan a la zona roja con una marca en las 10.000 rpm. En la parte baja del dial encontramos una pantalla digital en la que podemos ver el cambio de marchas y el velocímetro digital.
En el dial de la izquierda contamos con tres diales integrados. Tenemos la temperatura del agua y del aceite. También contamos con el medidor de la batería y el depósito de combustible.
En el dial de la izquierda encontramos un medidor que nos indica la potencia del motor V16 y la potencia del sistema eléctrico.
La consola central es una mezcla de cristal y aluminio, que revela el intrincado funcionamiento de los interruptores y la palanca de arranque del motor.
Este vidrio se desarrolló en 13 etapas distintas para garantizar que fuera perfectamente transparente y extremadamente resistente y seguro en caso de accidente.
El acto de encender el nuevo motor V16 de aspiración natural y el tren motriz eléctrico ha sido diseñado para ser una experiencia física, un guiño a los rituales de los automóviles históricos: un impulso para arrancar y un empujón para detener.
Como puedes ver, este nuevo Bugatti es un digno heredero del saber hacer de la marca gala de súper lujo.