El lanzamiento de la séptima generación de Rolls-Royce Phantom el 1 de enero de 2003 fue mucho más que la presentación de un nuevo coche de superlujo: marcó el renacer, en el siglo XXI, de la marca de automóviles de lujo más famosa del mundo.
Durante los cinco años anteriores, diseñadores, ingenieros y artesanos habían trabajado con discreción en la creación de un nuevo automóvil de bandera para la marca Rolls-Royce y en la construcción del puntero centro de producción de Goodwood, en el sur de Inglaterra.
A partir de 2005, se añadieron nuevas variantes del Phantom VII. Primero fue el Phantom Extended Wheelbase, con mayor distancia entre ejes, seguido en 2007 por el descapotable de lujo definitivo, el Phantom Drophead Coupé, y en 2008 por el Phantom Coupé, el sofisticado gran turismo de Rolls-Royce.
Waterspeed, Aviator, Metropolitan, Maharajah y Serenity son los nombres de algunos Phantoms personalizados que forman parte de colecciones privadas en todo el mundo y que, por su carácter icónico, seguirán durante muchos años entre los Rolls-Royce más entrañables de la historia de la marca.
Hoy es un día un poco triste ya que Torsten Müller-Ötvös, CEO de Rolls-Royce Motor Cars, ha anunciado que la actual versión del modelo Phantom dejará de fabricarse gradualmente a lo largo de 2016. Este anuncio está relacionado con el inicio de las pruebas de una nueva arquitectura fabricada íntegramente en aluminio y que será la base de todos los Rolls-Royce que salgan al mercado a partir de 2018. Müller-Ötvös anunció también que los modelos Phantom Coupé y Drophead Coupé no se renovarán en el futuro. Estos dos magníficos modelos Phantom cerrarán su ciclo de vida con una colección especial de solo 50 unidades que llevarán el nombre de Phantom Zenith.
La actual generación de Phantoms (la séptima) empezó a fabricarse en Goodwood hace más de 13 años y en seguida se convirtió en la piedra angular del renacimiento de Rolls-Royce Motor Cars. El Phantom VII, magnífico ejemplo de las mejores características de la marca Rolls Royce, como la elegancia y la identificación con el summum del superlujo, está llegando al final de sus días.
En noviembre de este año se terminarán de fabricar en Goodwood los últimos Phantom Coupé y Drophead Coupé. Estos modelos no serán reemplazados por otros. También durante este año, Rolls-Royce construirá las últimas unidades de limusinas Phantom VII.
Müller-Ötvös ha declarado sentirse «muy orgulloso e ilusionado de anunciar que pronto llegará un nuevo Phantom más contemporáneo, aún más atractivo, con innovaciones en materia de diseño y tecnologías de última generación. Cualquier nueva versión del Phantom constituye un acontecimiento en la historia del automóvil y estamos trabajando a fondo para perfeccionar el Phantom VIII».
Ahora ha llegado el momento de dar el siguiente paso en ese viaje hacia la cumbre de la suntuosidad, ¿qué nos mostrará Rolls Royce?
Tal y como os he comentado, para conmemorar el fin de esta era, el departamento de diseño Bespoke de Rolls-Royce Motor Cars creará las unidades más personalizadas de cada uno de los modelos Phantom (Coupé, Drophead Coupé y Limousine) que se hayan fabricado hasta la fecha. Los artesanos que participan en la fabricación de cada automóvil que sale de la planta de Rolls-Royce en Goodwood ya están preparándose para el meticuloso trabajo que requerirán estos últimos vehículos especiales.
Ahora que había juntado la pasta y decido el color…..
Se renovó hace poco con los faros LED. Ver una unidad es un espectáculo. Más que un coche parece un camión. Por que es enorme y suntuoso. Además que rápido. Es verlo y ponerse el semáforo en verde y perderlo de vista. De forma discreta como dicta la marca.