El fabricante de coches eléctricos Fisker empleó presuntamente 660.000 dólares en la fabricación de cada una de las 2.500 unidades del Karma (cuyo precio ronda los 100.000 dólares) justo antes de detener su producción el año pasado, según recoge un informe de la compañía neoyorquina PrivCo.
En sus conclusiones, esta firma había recibido de la Administración Obama 529 millones de dólares cedidos para reabrir unas instalaciones en Delaware que habían sido cerradas por General Motors. El fabricante finalmente empleó ese dinero de los contribuyentes en parte de la producción de su deportivo híbrido según estipula el informe de PrivCo.
El mismo informe revela que la marca gastó 1.300 millones de dólares, no sólo de dinero público sino también de capital de inversores, para fabricar 2.500 unidades.
Haciendo una simple operación, PrivCo llega a la conclusión de que la marca se gastó unos 660.000 dólares en cada uno de los Karmas, aspecto que representa pérdidas de más de 550.000 dólares por unidad.
Ya sabemos que la industria del automóvil ha tenido pérdidas en modelos como el Veyron (las primeras unidades) o el Volt/Ampera. Podemos argumentarlo como una inversión en imagen pero no olvidemos que el dinero de Fisker era dinero presuntamente público…
Fuente: El Economista
Artículo ofrecido por Autonocion.com: Blog de coches, novedades y noticias del motor