El invierno cada vez nos pilla antes por sorpresa y es hora de hablar de las cadenas para nieve. En años anteriores hemos demostrado que ni los conductores ni la Administración estamos preparados para las fuertes nevadas. A veces olvidamos que la climatología adversa, las bajas temperaturas y los desplazamientos en coche son un cóctel fatal.
Es importante ir siempre preparados para ciertos imprevistos, sobre todo si tenemos pensado hacer alguna excursión a la sierra o atravesar carreteras conflictivas con nieve o hielo. En su día ya te hablamos de la importancia de llevar unos neumáticos adecuados. Hoy es el turno de las cadenas, el complemento ideal y necesario para aumentar el agarre del neumático.
Muchas veces estas son necesarias a pesar de equipar neumáticos de invierno en nuestro vehículo, especialmente si no llevamos un coche con tracción total. A la hora de decantarte por unas u otras, debes conocer las características de tu coche. Es decir, cuáles son las dimensiones y el tamaño de los neumáticos; cuáles son las dimensiones de las llantas -ancho, perfil y medida- o qué tipo de tracción tiene.
Este último punto es muy importante. Las cadenas se deben montar en las ruedas motrices de nuestro coche. Si es un 4×4, depende del tipo de tracción, aunque es recomendable montarlas en las cuatro ruedas o, en su defecto, en las delanteras. Por supuesto, otro factor determinante es cuánto te quieres gastar. Vamos a ver qué tipos de cadenas podemos encontrar en el mercado y cuáles son sus ventajas e inconvenientes.
Tipos de cadenas para nieve
Actualmente, existen varios tipos de cadenas para nieve:
- Cadenas metálicas con eslabones de acero.
- Fundas textiles para neumáticos o cadenas textiles.
- Cadenas compuestas o de “tipo red”.
- Cadenas de tipo araña o semiautomáticas.
A todas ellas se une también un tipo de cadenas en spray. No se trata de cadenas al uso, su efecto es bastante limitado y no tienen validez frente a las autoridades, por lo que simplemente permiten sacarnos de un apuro puntual. De entre todas ellas, las más frecuentes son las cadenas metálicas y las de tela. Son en las que nos vamos a centrar hoy.
Cadenas metálicas tradicionales
Son las más utilizadas por los conductores y las más fáciles de encontrar en el mercado. Estas cadenas, que quedan firmemente sujetas a través de unos tensores situados en el perfil de la rueda, lo que hacen es rodear la banda de rodadura del neumático para aumentar el agarre.
Normalmente están constituidas por eslabones de acero entrelazados. Pueden ser transversales o de rombos, siendo estas últimas algo más seguras por ofrecer un mayor agarre.
Ventajas
- Durabilidad, especialmente sobre asfalto.
- Comportamiento del vehículo: favorecen notablemente la adherencia al trazar las curvas y frenar.
- Precio inferior a las cadenas textiles.
- Facilidad para encontrarlas en las tiendas.
Desventajas
- Su montaje resulta bastante complejo. Si no tienes mucha práctica, tardarás entre 5 y 10 minutos en ponerlas. Esto no resulta agradable en bajo condiciones de frío y humedad.
- Hay que tener mucho cuidado al montarlas para hacerlo correctamente. En caso de hacerlo mal corremos el riesgo de que estas se suelten y provoquen algún tipo de daño a nuestro coche, ya sea mecánico o de chapa.
- Llevar puestas cadenas metálicas resulta bastante incómodo a la hora de conducir. Son ruidosas y las vibraciones que transmiten al volante son notorias.
- Hacen sufrir al neumático y la llanta en mayor medida al ser de acero.
- Requieren un mayor espacio para guardarlas y suponen un peso extra frente a las de lona.
Cadenas para nieve textiles
Puede que también hayas oído hablar de ellas como “piel de foca”. Este tipo de cadenas se basan en la adherencia que ofrece el tejido a la superficie húmeda del pavimento cuando encontramos nieve y hielo sobre este.
Ventajas
- Son muy fáciles de poner. En apenas un minuto puedes tenerlas montadas. Es como si simplemente le pusieras una funda a tu neumático.
- Ocupan muy poco espacio para almacenarlas y no añaden gran peso al vehículo.
- Ofrecen una conducción mucho más relajada que las cadenas metálicas. No transmiten vibraciones y no dañan el neumático y la llanta.
- No afectan tanto al funcionamiento de los diferentes sistemas de seguridad activa de nuestro vehículo, como el control de estabilidad, de tracción o al ABS ya que son más finas y ligeras.
- Son fáciles de lavar y secar, por lo que requieren menor mantenimiento que las cadenas metálicas.
Desventajas
- Son algo más caras que las cadenas metálicas. Además, su vida útil es mucho más corta, al igual que ocurre con las cadenas de tipo araña.
- Proporcionan menor adherencia y mayor distancia de frenado que las cadenas metálicas. Cabe decir que la diferencia no es exagerada en condiciones climatológicas adversas normales.
- Son más difíciles de encontrar.
Cadenas para nieve híbridas
Hace ya varios años Michelin sacó unas cadenas denominadas Easy Grip. Puede que te resulten una buena opción si simplemente haces escapadas esporádicas a la nieve. Esta nueva generación de cadenas de nieve son bastante fáciles de montar y están compuestas por más de 150 eslabones metálicos. Están especialmente recomendadas para vehículos con poco espacio entre el neumático y el paso de rueda.
Lo más curioso es que incorporan un sistema reflectante para mejorar la visibilidad del vehículo cuando se conduce de noche. Eso sí, has de saber que tampoco son especialmente baratas. Todo depende, claro está, de donde las compres. Por ejemplo en Amazon las tienes desde aproximadamente 60€.
Algunas recomendaciones
Si quieres mantener tus cadenas de nieve en buenas condiciones, es recomendable que después de usarlas las laves con agua caliente y las seques antes de guardarlas en un lugar fresco y seco. En este punto, has de tener en cuenta que las cadenas metálicas se oxidan con el paso del tiempo, por lo que no está de más que les eches un poco de aceite con los dedos tras haberlas lavado y secado.
Por otra parte, has de ser consciente de que con las cadenas puestas debes circular a velocidades más bajas de lo que lo harías habitualmente, pues en la mayoría de los casos, los fabricantes de cadenas no recomiendan superar los 50 km/h. Igualmente, trata de evitar las frenadas o los giros bruscos.