El Cadillac Escalade es ya de por si un auténtico tanque, pero tras pasar por las manos del especialista AddArmor lo cierto es que es lo más parecido que vas a encontrar a un coche de James Bond, pues cuenta con algunos de los gadgets más populares del agente 007. Puede que no hayas oído hablar de esta compañía fundada por Special Ops y otros veteranos de las fuerzas del orden, pero están especializados en convertir vehículos de todo tipo en soluciones de movilidad a prueba de balas.
Es por ello que, el mastodóntico SUV estadounidense, se ha convertido en un salón rodante de nada menos que 310.000 euros gracias al Paquete de Protección Ejecutiva del preparador, el cual no solo agrega una mayor personalización al nivel de las mejores oficinas del mundo en su habitáculo, sino que también refuerza su carrocería con suficiente blindaje como para sobrevivir a un asalto con rifles de combate.
Está claro que aquellos mortales que son tan ricos e importantes como para tener que enfrentarse a este tipo de enemigos armados hasta las cejas también aprecian la comodidad, y es por ello que el Escalade de AddArmor ofrece un techo elevado en 11 centímetros, una smart TV de 32 pulgadas, iluminación LED, cortinillas de privacidad, un sistema de cámaras 360º, WI-Fi integrado, DirectTV, sistema de sonido envolvente de Sony, compatibilidad con iPod/iPhone, AppleTV e incluso HBO.
No hay detalles acerca de la mecánica, pero es probable que esconda en sus entrañas un bloque V8 de 6.2 litros.
A nivel de protección, alcanza un grado B6, por lo que se ha equipado con cristales antibalas de 5 centímetros y paneles compuestos de carbono, diez veces más resistentes que el acero balístico y un 60 por ciento más ligeros que este. Opcionalmente, también podemos contar con un parabrisas anti-vaho y anti-hielo, antenas integradas para GPS y radio, y recubrimientos solares.
Respecto a las contramedidas, se han instalado varios espacios para almacenar armas en el interior, un sistema de comunicaciones por satélite anti-interferencias, un sistema de detección activa de minas y explosivos, una cámara de visión nocturna 360º, un teléfono de emergencias internacional y un sistema de datos monitoreados por un Centro de Comando de Operaciones Especiales (GSOC), donde se encuentra personal altamente cualificado que estará en línea con el vehículo hasta que la amenaza haya desaparecido.
Tampoco faltan las luces de emergencia y la sirena, los neumáticos run flat, tiradores de las puertas electrificados, eyectores de gas pimienta, cajas de seguridad ocultas, paragolpes reforzados para llevarse todo tipo de obstáculos por delante, un sistema de pantalla de humo, huecos para disparar desde el vehículo, una suspensión más resistente y un equipo de frenos de mayor tamaño.