La industria del automóvil estadounidense presta mucha atención a las leyes que se aprueban en California, y con razón. El estado californiano es uno de los más influyentes de la nación y el que acapara el mayor número de ventas de automóviles, por lo que en el momento en el que se aprueba una normativa que afecta al sector, los fabricantes tienen dos opciones: o se adaptan a los cambios o pierden una buena porción del pastel.
Por otra parte, no es ningún secreto que California es uno de los núcleos mundiales de la tecnología y sus legisladores son propensos a mirar hacia el futuro, por lo que nuevamente el estado norteamericano da un paso al frente al permitir que los coches autónomos circulen por sus carreteras sin supervisión humana.
Sí, habéis leído bien. Hasta ahora, en todos los rincones del mundo cuando un fabricante quiere llevar a cabo pruebas de conducción autónoma, debe hacerlo o bien con un conductor a bordo del vehículo que pueda tomar los mandos en caso de encontrarse en una situación de riesgo -como fue el caso del Citroën C4 Picasso autónomo que viajó de Vigo a Madrid-; o bien en un recinto cerrado donde no haya circulación. Sin embargo, en California quieren ir un poco más lejos.
El pasado jueves 29 de septiembre, el gobernador demócrata Jerry Brown firmó el proyecto de ley que permite realizar pruebas con coches equipados con sistemas de conducción autónoma sin la supervisión de un humano en su interior, ni volante, ni pedales. Eso sí, estos han de cumplir cuatro condiciones: la primera, no superar los 56 kilómetros por hora; la segunda, hacerlo en el lugar habilitado para ello; la tercera, que en caso de accidente o incidente este sea comunicado a las autoridades en un plazo máximo de 10 días; y por último, pagar cinco millones de dólares en concepto de seguro del vehículo.
Respecto a los lugares en los que podrán llevarse a cabo los ensayos, estos son la Base de Armamento Naval de Concord y el complejo de San Ramón, un parque industrial que contiene caminos públicos. Las autoridades aseguran que Google, Uber y Apple han expresado su interés en usar la antigua base militar; mientras que el proyecto inicial en el parque industrial serán los transbordadores de la compañía francesa EasyMile, cada uno con capacidad para 12 pasajeros (imagen superior).
Una vez se realicen las pruebas, se deberá informar al Gobierno del resultado de los test para que se pueda valorar la seguridad de los vehículos.
Apenas unos días después de conocer esta noticia, descubríamos que el Departamento de Vehículos a Motor californiano (Department of Motor Vehicles – DMV) tenía intención de permitir a aquellos usuarios sin carnet de conducir la utilización de coches autónomos si las autoridades federales consideraban que estos son lo suficientemente seguros como para circular sin supervisión humana. Lógicamente, antes de que eso ocurriera tanto la NHTSA como el Departamento de Transportes (DOT) y otras organizaciones federales tendrían que evaluar este tipo de vehículos.
Así, los sistemas de conducción autónoma serán extensamente verificados a través de una evaluación de seguridad compuesta por 15 puntos de análisis, los cuales se encuentran descritos en un borrador de nada menos que 112 páginas. Como es lógico, y más después de lo ocurrido con el Autopilot de Tesla, las autoridades federales quieren estar completamente seguras de que cada coche autónomo contiene múltiples soluciones ante cualquier posible fallo de software o hardware, así como la protección necesaria ante piratas informáticos.
A matar gente se ha dicho!